Columnas

Elecciones sin democracia

  • Por: SETH ROJAS MOLINA
  • 02 OCTUBRE 2017
  • COMPARTIR
Elecciones sin democracia

En agosto pasado, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral anunció que pediría 25 mil millones de pesos para su presupuesto de  egresos del 2018. Lorenzo Córdova, presidente del órgano de gobierno del instituto, justificó este monto señalando que este presupuesto “es para garantizar los derechos de 88.9 millones de electores”

Ese mismo mes, la consejera electoral Dania Ravel, integrante además de la Comisión Temporal de Presupuesto, aseguró que la mejor manera de explicar ese presupuesto era “traducir el dinero en actividades tangibles, en cosas que puedan ver que está haciendo el instituto Nacional Electoral”

Dijo que por razones de sus nuevas atribuciones de organización, el INE ahora tiene que instalar las casillas únicas. “Eso es un tema que además nosotros estamos afrontando totalmente en el tema presupuestal. El objetivo que se tuvo al hacer este presupuesto es poder afrontar y llevar a buen puerto las elecciones más complejas en la historia democrática de nuestro país.”

De todos es sabido que el sistema electoral mexicano es uno de los más onerosos del mundo. En el contexto del creciente empobrecimiento de la población, resulta insultante que se destinen tan cuantiosos recursos para el financiamiento de los órganos electorales, de las actividades de los partidos políticos y la organización de las elecciones.

El anteproyecto de presupuesto del INE para el año entrante representa el 23.8 por ciento del presupuesto autorizado a la Secretaria de Desarrollo Social para el ejercicio fiscal 2017.  

La proporción es mayor si se descuenta el gasto corriente de la Sedesol y se compara con los recursos utilizados para programa sociales.  

El sistema electoral representa una carga muy pesada para la población. Votar es exageradamente caro.

El consejero presidente del INE dice que la exorbitante cantidad de dinero que buscan recibir es para garantizar los derechos de los casi 89 millones de electores que tiene el país.

La Constitución Política plantea que la democracia no es solamente una estructura jurídica y un régimen político. Lo define como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.  

La mayoría de la gente no tiene garantizada ninguna de las prerrogativas relacionadas con esa visión constitucional de la democracia. Esos son los derechos que realmente cuentan. 

Históricamente la población del país ha padecido una inequidad social terrible. Con su empobrecimiento ha soportado un sistema electoral oneroso, ineficiente y pernicioso.

El crecimiento desmedido del financiamiento a los partidos y la organización de las elecciones no he tenido como efecto el mejoramiento de las condiciones de vida de la mayor parte de los mexicanos. Al contrario.


Continúa leyendo otros autores

DEJA TU COMENTARIO