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De adicto a adicto

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 18 NOVIEMBRE 2020
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De adicto a adicto

He venido reiterando mi frase que dice.- Más vale crear costumbres que corregir mañas, de acuerdo que es un verdadero infierno tener un drogadicto en casa, insisto en romper con la cultura de tapar el pozo después del niño ahogado y repito, una y otra vez, que esta perra enfermedad puede evitarse y proteger a los niños de que no caigan en adicciones y conductas toxicas, por desgracia, la ignorancia y la apatía predominan en la gran mayoría de los mexicanos, al parecer, a nadie le importa que esta herencia genética destruya la vida de víctimas inocentes, la droga, les roba el presente y el futuro, los entorpece haciéndolos mediocres, inútiles, nacidos para perder, victimas del fracaso total, algunos viven de un internamiento, a otros, tres meses por proceso y pueden llegar a vivir más de 30 procesos, por supuesto, el adicto no concluye sus estudios, su autoestima baja no le permite superarse, vive aislado, en un mundo raro lleno de conmiseración, se hunde junto con toda la familia y tal vez, el primer churro fumarlo fue muy fácil y placentero, lo difícil, casi imposible ha sido dejar de drogarse, el adicto nace y se hace en un hogar disfuncional y se cometen sendos errores desde que la compulsión inicia debido a la nula información, no hay interés por capacitarse, no se leen libros sobre la enfermedad y las esposas, las mamas, se la llevan de pechito, ignorando todo sobre esta perra enfermedad, maldita, enfermedad perversa del alma, creyendo que la solución, la curación, será de la noche a la mañana, cuando, en mi opinión, toda la familia debe capacitarse emocionalmente.

    ¿Infundado miedo a un mariGuano?

Nadie ha muerto de sobredosis del TCH 

Hará cosa de 4 años que les di el mensaje a tres adolescentes prendidos de la hierba mala , por supuesto negados, soberbios e irreverentes, defendiendo no solo el consumo, sino la legalización, argumentando que si el gobierno quería reglamentar las drogas, obedecía que estas, en su caso, la marihuana, no era dañina, sumando, que es su uso medicinal, se me dijo, que ningún marihuano había muerto de sobredosis, que no se sabía de qué alguien hubiera tenido delirios de persecución, como un cocainómano como yo, que no se registraban accidentes de tránsito o laborales como en el caso del alcohol, me dijeron, que el consumo no generaba problemas de matrimonio, que ellos conocían a papas grifos que eran por demás tranquilos, me dijeron tantas cosas defendiendo la mota, que me dieron ganas de echarme un churro- Es medicinal y recreativa, por esa razón, los gringos, canadienses y muchos países han legalizado su consumo, no pasa nada, exageras Ernesto.- Manejaban tan bien sus argumentos que los papás ahí presentes, les creyeron y todo siguió igual, con el tiempo, se les permitió fumar adentro de sus casas, portar sus dosis personales y para compartir con sus amigos, usar los complementos de esta adicción que son el licor y las clonacepanes, claro, que las consecuencias no se han hecho esperar, consecuencias familiares, escolares, físicas, mentales, emocionales, espirituales y las relacionadas con la personalidad, la marihuana provoco grandes cambios en todas las áreas señaladas y estos jóvenes negados, están viviendo su propia experiencia. 

María Fernanda, adicta a la marihuana

Cuando se enteraron, que su hija de 13 años, fumaba marihuana, sus papas, pusieron el grito en el cielo, buscaron la manera de internarla tres meses, le cerraron todas las puertas, prohibiendo amistades, culpando que por ahí, ella se había prendido, delante de mí, le echaron la culpa al novio y a las amigas, también a la escuela que es un refugio de drogadictos, más aun, entre ellos, se aventaban el paquetito.- Es tu culpa, no haz atendido a esta niña.- Cuando escuche sus versiones, escuche a María Fernanda.- Mis papás, se la pasan peleando todo el tiempo, nunca tienen tiempo para mí, mi mamá, reniega de todo y por nada, siempre me está gritando, ordenando, que esto y que aquello, a veces me golpea y me castiga, mi papá, fuma marihuana en el patio, se emborracha muy seguido y cuando deja las bachitas de la mota, yo les doy mate en el patio, mi casa es un verdadero desmadre, mi hermano, prendido del cristal y mi hermana, prostituta, adicta a la cocaína y cuando conté la historia de esta familia, alguien me dijo.- No es mi caso, los únicos que nos drogamos somos mi papá y yo, aunque mi mamá, es neurótica, no pasa nada, ya nos acostumbramos a sus gritos, en la mayoría de los casos de los adictos a cualquier sustancia, las consecuencias comienzan con la deserción escolar, el abandono de sí mismo, autoestima baja, depresión y neurosis extrema, sumando otro tipo de drogas al consumo de la marihuana.

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