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¿Cuántos van a votar?

Y de los miles y miles de ciudadanos que acompañaron los registros de CESAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS y AMÉRICO VILLARREAL ANAYA como candidatos al gobierno de Tamaulipas ¿cuántos van a ir a votar por ellos?

Esa es la pregunta que surge, luego que los simpatizantes de uno y otro andan debatiendo en los más variados foros, quién llevó más o menos personas a sus respectivos mítines, como si eso fuera a definir el destino de la elección.

¿Cuántos van a votar?

Ya se vio y ha dicho hasta la saciedad: en lo que hace a Tamaulipas, luego que BALTAZAR HIJONOSA OCHOA encabezó los más nutridos, temáticos y organizados eventos de campaña hace seis años, perdiendo la elección, ese factor dejó de ser termómetro para hacer augurios.

Ahora se andan haciendo encuestas segmentadas, en las que se elimina a determinados grupos de edad, socioeconómicos y políticos, o se presentan reactivos –preguntas- cezgados, para encontrar los nichos por donde determinada oferta “crece y se fortalece”.

Recién circuló una en la que, hasta el candidato de Movimiento Ciudadano, ARTURO DIEZ-GUTIERREZ sale triunfador, a pesar de que todas las demás mediciones lo ponen en una condición marginal, muy por debajo de los diez puntos de la intención del voto manifiesta.

Antes aparecieron otras en las que se contabilizaban solo a los encuestados de determinado rango de edad, en los que, supuestamente, alguno de los aspirantes, que tampoco era el considerado por la mayoría de las mediciones, aparecía puntero.

Si es tema de los mercaderes de “encuestas”, que suelen vender sus trabajos a quienes aparecen arriba en las mediciones, pues por esa vía estarán encontrando un nuevo nicho de mercado; allá sus clientes si se las pagan, para qué y en cuanto.

Tales alegorías sirven de complemento, a otro dicho de esos días en que, decíamos antes, se andan usando los registros de las candidaturas como referencia para trazar un hipotético destino de la elección.

Igual, a quienes no les acomoda “la masa”, andan recurriendo a las segmentaciones para cualificar, más que cuantificar, las concurrencias, sin detrimento de la validez o no de sus argumentos.

¿Cuántos de los asistentes llegaron por sus propios recursos?, ¿Cuántos lo hicieron por voluntad propia?, ¿cuántos en efecto comulgan con el candidato y piensan votar por él?, ¿cuántos se mantendrán y lo harán hasta el día D?

Otra segmentación, sin tantas interrogantes, por ejemplo, dividen las audiencias de los mítines, entre beneficiarios de los programas gubernamentales y en este apartado, otra bifurcación, entre quienes fueron agradecidos por los apoyos recibidos y cuantos fueron llevados “a fuerza”.

La misma motivación de conclusiones variadas, aplica, para los trabajadores de las distintas dependencias gubernamentales: ¿Cuántos fueron presionados por la amenaza de sanciones y cuántos agradecidos por la oportunidad laboral que les dio el sexenio?

De los venidos de fuera a Victoria capital, cuántos vinieron solo al turismo electoral en fin de semana, cuántos fueron traídos por líderes sectoriales, alcaldes o algún otro tipo de representación y en el universo, otra vez, cuántos en efecto comulgan con el proyecto para endosarle su voto.

Son tantas las variantes que, vale conceder razón, a quienes cuestionan la contundencia de la movilización dominical, respecto del horizonte electoral con cita puntual en las urnas del cinco de junio próximo.

La novedad, acaso sea, que ya no es solo un grupo, partido o personaje el que concita a los eventos tumultuarios, a lo que nos habíamos acostumbrado desde los tiempos del unipartidismo y que el PAN, en su debut como gobernante, bien ha asumido.

Visto está, MORENA no se hace menos, y aunque su ejercicio ejecutivo no aplica ahora en el gobierno estatal, con lo que deviene del gobierno central federal, más la concurrencia de administraciones municipales en las principales concentraciones urbanas del estado, se basta y sobra.

Ese es otro rostro del “tú por el tú” con el que ha empezado a andar esta contienda.

En los ecos del registro del TRUCO VERÁSTEGUI, ayer se conocieron mensajes que en torno del evento grabaron los dirigentes nacionales partidistas de la coalición y el alcalde tampiqueño, CHUCHO NADER NASHRALLAH. echándole porras a su candidato.

Para el alcalde porteño, EL TRUKO es lo que necesita Tamaulipas para seguir avanzando, confiando en su triunfo, con el apoyo, dijo, de miles de paisanos suyos que así lo reconocen.

Que si entre los alcaldes morenistas unos llevaron más, menos o nada, de asistentes al registro de AMÉRICO sigue resultando secundario, en el amplio espectro del horizonte electoral, dicen en casa.

Las corrientes de apoyo a AMÉRICO, al PEJE Presidente y a la coalición MORENA-PT-PVEM, son precisamente hacia ellos y lo que representan, hablando de programas y formas de gobierno, no hacia los cuadros domésticos, que pueden ser un instrumento catalizador, pero no son el motivo, el origen ni el destino.

Lo que se está dinamizando en Victoria capital, aparejado al inminente inicio de las campañas constitucionales, con todos los preparativos que implican, es el mercado inmobiliario local; unos se van y otros llegan.

Entre los nuevos aspirantes a victorenses, cuente a JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, quien se acaba de instalar en la principal residencia del fraccionamiento privado Los Olivos, por la Avenida Tamaulipas, a una cuadra de donde se ubica la Casa Oficial de Gobierno. 

Ni cuando encabezó la representación de los programas sociales federales en el Estado había cambiado su residencia a Victoria capital; ahora que anda en el cuadro chico del doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA parece si anda en las de quedarse acá.

Por los rumbos del fraccionamiento Campestre, algunas viviendas a donde llegaron inquilinos que trajeron Los Vientos del Cambio hace seis años, ya estaban desalojándose hace algunos días.

Al parecer todavía no se entregaban, porque el fin de semana, se volvió a ver gente en ellas, que vinieron al mitin de registro de EL TRUKO, además de amplios grupos de “seguridad privada” que seguro custodiaban algún influyente de temporada.