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Conocer el tiempo... y algo más
Hay muchas formas de conocer y reconocer los liderazgos; "por sus obras los conocereis", reza el Libro Sagrado.
Junto con las conquistas laborales, en el aquí y ahora, vale contextualizar en el entorno vivido, el ejercicio del maestro RIGOBERTO GUEVARA VÁZQUEZ al frente de la sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Los puntos de referencia resultan variados.
Pueden compararse las condiciones laborales en que se desenvuelve el magisterio tamaulipeco, respecto de otras entidades federativas, y siempre resultará que las ventajas son para los de casa.
Igual, en el entorno doméstico, puede hacerse una evaluación, punto por punto, de cómo ha transitado el sexenio que ya se va, el sindicato de los maestros, contra otros gremios sectoriales.
A RIGO le ha tocado lidiar -como a ninguno de sus antecesores-, con una clase política sui géniris, que desde las cúpulas del poder público estatal, el primer rostro del sector patronal de roce cotidiano por necesidad, resultó disruptiva y tronante.
Con una mano izquierda extraordinaria, el líder de la sección 30 supo capotear los embates del mando politico estatal panista y con una dignidad encomiable, ha mantenido el estira y afloja, para arrancarle al gobierno respuestas a las demandas más sentidas de sus agremiados.
No habrá sido fácil, a juzgar por la ferocidad con la que la clase gobernante que ya se va, ha ejercido el poder sin más miramientos que sus intereses particulares y en franco desprecio de los terceros subordinados.
Ha elevado la voz cuando ha sido necesario y hasta algún reconocimiento ha corrido, cuando la situación lo ha ameritado, siempre en el mismo objetivo de acercar los satisfactores reclamados por los trabajadores de la educación de Tamaulipas.
Aunque los ejemplos abundarán, el tradicional botón de muestra se encontrará en el pasado reciente, electoral, cuando el gobierno que ya se va, concentró todas sus taras y trabas, su mezquindad y virulencia, contra el pueblo tamaulipeco.
RIGO, por un lado, parecía obligado a trabajar con los personajes que le ha tratado lidiar en su ejercicio sindical, en el plano doméstico y había indicios de presiones en ese sentido.
No obstante, así como a él le tocó por necesidad mantener un trabajo permanente conel gobierno estatal panista, en el plano nacional, al mando central gremial le ha tocado de manera natural relacionarse con su contraparte, el gobierno federal morenista.
Una situación que parecería de conflicto, solo la pudo librar bién un liderazgo como el de RIGOBERTO GUEVARA VÁZQUEZ, hacieno entrender a los terceros interesados y privilegiando, al final del día el derecho y las libertades de los maestros.
Evidentemente, como el grueso de los tamaulipecos, los maestros en grado mayoritario votaron por MORENA y su candidato AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, sin contratiempo alguno.
Unos fueron a los mitines de uno, porque les convenció y otros al del otro, porque así les mandaron en sus centros de trabajo, pero al final del día, cada quien votó por quien quiso, libremente.
Eso también tiene que reconocérsele y agradecersele a RIGO, porque aún haciendo lo ordinario, que todo mundo debió hacer, solo basta ver las presiones, amenazas, persecuciones, que en otros gremios del sector público se desplegaron, para encontrar las diferencias.
De eso, que para algunos puede parecer de curso natural, pero no se puede asegurar habría sucedido igual con otro dirigente, sino más bien se puede suponer habría sido tan distinto como lo que se ha visto en otras partes, está colmado de ejemplos el ejercicio de la actual dirigencia en la sección 30 del SNTE.
Ahora, hay algunos intereses inverbes y otros añejos trasnochados, apurando por el cambio en el mando sindical, bordando en el pasado, que con el PRIAN se fue, para nunca más volver.
El SNTE ha vivido esta accidentada transición, en Tamaulipas, con dignidad y gallardía, de la mano del liderazgo de GUEVARA VÁZQUEZ.
Del reconocimiento en el mando central del gremio, se ha alimentado la prolongación del ejercicio, pensando en los intereses del magisterio tamaulipeco y es en sus tiempos que ha de darse el desenlace.
Los trabajadores de la educación, sus oficios y el bienestar laboral y familiar, no están para experimentos.
Con la misma entereza como ha desarrollado su gestión en la 30, RIGO va a dar paso al proceso de relevo, en cuanto las instancias competentes emitan la convocatoria y marquen los tiempos.
Los auténticos sindicalistas, saben que primero habrá un informe de gestión sindical, enseguida se dará a conocer la convocatoria y se cumplirán puntualmente los términos en los plazos que esta disponga.
Hoy mismo se desarrolla el proceso correspondiente a una de las secciones, en el vecino estado de Nuevo León; existe un calendario nacional en el que, seguramente, ya le tocará el turno a Tamaulipas.
Mientras tanto, no será mediante la denostación y/o el ataque a la institución gremial, como podrán trascender los presuntos interesados en la sucesión, sino todo lo contrario.
Quien quiera participar, primero tendrá que conocer y reconocer los alcances del liderazgo vigente, abrebar en sus enseñanzas y a partir de ahí construir una oferta que resulte atractiva a las bases. Sabia virtud de conocer el tiempo.
Hoy es el momento de la unidad, de la voluntad y el trabajo, para seguir defendiendo la escuela pública y los derechos históricos ganados y sostenidos con los acertados liderazgos para los tiempos vividos.
Como el de RIGO, ni más ni menos.