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Insabi: el ocaso de una gran apuesta de AMLO

Falta de planeación y de financiamiento, un equipo inexperto en salud y los golpes de la pandemia de Covid-19 acabaron por tumbar al Instituto del Bienestar a tan solo tres años de su creación

Ciudad de México.- Era 1 de diciembre de 2018. Frente a un Zócalo a reventar, y entre cien compromisos, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo esta promesa: “Se hará realidad el derecho a la salud”. El propósito, dijo durante el discurso de su toma de protesta, era garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos, empezando por las zonas más pobres del país. “Poco a poco se irá ampliando el programa hasta que logremos, a mediados del sexenio, establecer un sistema de salud de primera, como en Canadá o en los países nórdicos”, aseguró antes de que los gritos de la gente ahogaran sus palabras.

López Obrador y otros funcionarios inaugurando el Hospital Materno de Texcoco.Insabi: el ocaso de una gran apuesta de AMLO

Un sistema que funcionaba mediante la cobertura federal de un catálogo limitado de enfermedades y cuyo servicio era prestado por los sistemas estatales de salud. Por ese mecanismo de trasvase se colaron numerosas denuncias de irregularidades y malos manejos del dinero público.

  • A eso se agarró López Obrador, que llegó a decir que aquello no era “ni seguro ni popular”. Su proyecto, sin embargo, centralizaba los recursos del SP, tanto los que venían del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que financiaba la atención de las enfermedades más graves, como el presupuesto asignado a los Estados. Y el cambio de mayor calado: abría el catálogo a todo tipo de afecciones y medicamentos, en la promesa de una cobertura efectivamente universal en el país. 

DECIDEN SU DEFUNCIÓN

A cuatro años, aquel ambicioso objetivo se ha venido abajo. El Insabi, que debía marcar el camino hacia un sistema médico como los países nórdicos, es ya agua pasada. Los diputados de Morena ya han decidido su defunción, algo a lo que la oposición tampoco se ha opuesto. De acuerdo con expertos consultados por El País, el Insabi no funcionó por una mezcla de falta de planeación y estrategia (empezando por la propia dirección del organismo, sin experiencia en el ramo de salud), objetivos muy ambiciosos, sin incrementar la inversión y, finalmente, por el golpe inesperado de la pandemia de Covid-19.

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López Obrador recorre la Supervisión de Infraestructura Hospitalaria IMSS-Insabi.

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Diputados panistas desplegaron mantas pidiendo el regreso del Seguro Popular.

No se han puesto ni los cimientos

- “La promesa de un sistema de salud ni siquiera ha empezado. Es cierto que es algo que necesita ir construyéndose con mucho tiempo e inversión

- Pero el problema es que no se han puesto ni los cimientos”, advierte Laura Flamand, investigadora del Colegio de México especializada en desigualdad y salud

- Considera que no ha habido un diagnóstico ni un plan a la altura del reto de incorporar al sistema a más de 60.000 personas y apunta a un ejemplo concreto: el desabasto de medicamentos ha golpeado a todos los espectros de pacientes, desde los oncológicos a los psiquiátricos

- López Obrador borró del mapa el sistema de compra y distribución de medicamentos que durante años llevaban a cabo el IMSS (la seguridad social mexicana) y las empresas farmacéuticas

- Esgrimiendo de nuevo el argumento de la corrupción, decidió que todas las compras las centralizara Hacienda y una empresa pública llevara a cabo la distribución

- Después, esa responsabilidad pasó al propio Insabi, en cooperación con la agencia especializada de la ONU. Y ahora, con los nuevos cambios, pasará de nuevo al IMSS

- “Es verdad que existían problemas históricos, corrupción e intereses de las farmacéuticas, pero no puedes destruir un sistema sin tener otro para reemplazarlo”, añade la académica.



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