México se une al nuevo programa del BID
Apoyo de México al programa del BID para fortalecer la resiliencia en América Latina y el Caribe
Foto: El Universal.
México firmó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la declaratoria para formar parte del nuevo programa "Preparados y Resilientes para las Américas" que este sábado fue presentado en el marco de la Asamblea anual del organismo.
El nuevo programa tiene como propósito apoyar a los países a enfrentar los efectos de los desastres naturales en América Latina y el Caribe (ALC) ante el cambio climático, que es la segunda región más vulnerable del mundo.
Como parte de esta gestión proactiva, el BID destinará 10 millones de dólares en financiamiento no-reembolsable al programa entre 2025 y 2030.
Ese monto es adicional al financiamiento y la cooperación técnica que el BID brinda a los países.
"México está dentro de los 30 países que firmaron la declaración de apoyo del programa", dijo la vicepresidenta de Sectores y Conocimiento del BID, Ana María Ibáñez.
Confió en que el BID pueda trabajar de la mano con nuestro país, no solo dando apoyo, sino que adquiera conocimientos para compartirlos con otros de la región.
Además, 15 organizaciones ya lo suscribieron, añadió.
La funcionaria del BID estableció que una inversión de un dólar en prevención permite un ahorro de hasta cuatro dólares después de ocurrido el desastre.
Recordó que en el 2024 se registraron 74 eventos importantes que afectaron a 7 millones de personas y generaron pérdidas por más de mil millones de dólares.
Lo anterior tiene una mayor incidencia sobre la población de menores ingresos que puede acarrear trampas de pobreza, advirtió.
Destacó que existen 200 millones de personas que viven en pobreza en ALC, de las cuales alrededor de 50% están ubicadas en zonas de riesgo con una muy alta probabilidad de algún desastre natural.
De ahí la importancia del nuevo programa Preparados y Resilientes para las Américas sin que se pretenda reemplazar las redes que existen actualmente en cada país, manifestó.
Pero, consideró que debe haber un enfoque regional, ya que al actuar unidos, permite apalancar economías de escala, reducir los costos y abordar los desastres naturales desde la prevención, la respuesta y la implementación.
Será a través de varios instrumentos financieros como los bonos catastróficos conocidos como Cat bonds, los bonos de resiliencia y seguros para el sector agrícola e infraestructura.
De los bonos de resiliencia explicó que bajó ciertos indicadores, los países podrían salir a los mercados financieros y conseguir recursos del sector privado como una manera de apalancar y alcanzar objetivos para mejorar la resiliencia frente a los desastres naturales.
Expuso que la idea es que de aquí al 2030, por lo menos, se apoya a seis países para que puedan emitir sus bonos de resiliencia.
Lo primero que harán, indicó, será sentarse a elaborar esos indicadores monitoreables para diseñar los bonos de resiliencia.
Con base a datos granulados en un mapa se determinarán los lugares de mayor riesgo.
Indicó que la idea es que cada país pueda emitir un bono de resiliencia, pero no necesariamente están amarrados a que suceda un desastre, sino a que se hagan acciones e inversiones en infraestructura frente a los desastres.