Un largo viaje que no termina

Ayer fueron las exequias de George Floyd, en la iglesia The Fountain of Praise en Houston, Texas; una ceremonia con alto sentido simbólico, durante la cual se exigió una serie de reformas legales y se demandó justicia para el hombre negro cuya muerte ha sacudido al mundo. Se estima que alrededor de 500 amigos, familiares, políticos y artistas ingresaron al templo para despedir el cuerpo y para centrar la atención acerca de la violencia policial que parece ensañarse contra las minorías raciales en los EU.

Un día antes, el precandidato del Partido Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden, se reunió en privado con la familia de Floyd. Aprovechó el evento para manifestar que: "Ahora es el momento de la justicia racial. Esa es la respuesta que debemos dar a nuestros hijos cuando pregunten: ´¿Por qué?´ Porque cuando haya justicia para George Floyd, realmente estaremos en camino a la justicia racial en Estados Unidos. Luego, como dijiste Gianna (hija de GF), tu papá habrá cambiado el mundo".

La congresista por California, Norma Torres, de origen hispano y defensora de los derechos de las minorías, recuerda brevemente la historia de lo ocurrido a Floyd: "El hombre, que había perdido su trabajo en un club cerrado por la pandemia, fue a comprar alimentos a una tienda con un billete falso de 20 dólares. Desde el negocio llamaron a la Policía y uno de los agentes ejerció ´una fuerza exagerada´, al colocar su rodilla en el cuello durante ocho minutos y 45 segundos, provocándole su fallecimiento".

Después de lo ocurrido, que dio la vuelta al mundo porque fue filmado con la cámara de un teléfono celular, se ha desatado una ola de manifestaciones en varios estados de la Unión Americana y en otros lugares donde existe representación diplomática. Los politólogos y estudiosos de los comportamientos sociales, han dividido sus opiniones en el sentido de que estos eventos marcan el final del idilio entre el presidente Donald Trump y el Partido Republicano; sin embargo, los estrategas de Trump no lo creen.

Uno de los estudios más serios al respecto, señala que el presidente está jugando sus cartas que poco tienen qué ver con el apoyo a su reelección de algunas minorías con poco peso en los comicios, como es la comunidad afroamericana, que sólo representa el 12,5% de la población, en la que se hace más manifiesta desigualdad social: los blancos son diez veces más ricos y ganan el doble que los negros, siendo la tasa de desempleo de los negros el doble que la de los blancos, según los datos demográficos.

Esta situación se hace más importante a partir del hecho de que según proyectó Pew Research Center, la población no blanca llegará a los próximos comicios alcanzando por primera vez un tercio de los votantes, lo que podría tener un significativo impacto en el resultado. Aunque el cambio demográfico se desenvuelve lentamente, ya es claro que el electorado del 2020 será único en varias formas: los electores negros mantendrían su proporción de 12,5% para noviembre, pero los hispanos alcanzarían el 13,3% (32 millones de potenciales votos). Atrás, los sectores de origen asiático representarán un 4,7 por ciento (unos 11 millones). De ahí la importancia del trabajo que se realiza en los centros hispanos.

También la importancia de las declaraciones de la congresista Torres, oriunda de Guatemala, que dice: "La muerte de George Floyd ha ocurrido en un momento de desesperación en el que no se sabe cuál es el futuro(...) con personas que no tienen un seguro de salud, ni acceso a los muchísimos recursos que existen en el estado que tiene los mejores indicadores del país para las personas blancas; pero los peores indicadores de salud, trabajo o acceso a educación si eres afroamericano, indígena, latino, asiático o inmigrante". Es posible que la pandemia vaya a trastocar los cálculos matemáticos de Trump.

El drástico recorte de los programas sociales, la disminución de impuestos a las grandes empresas y a los hombres más ricos; la tardía respuesta a las contingencias, de manera muy especial a la pandemia que azota al planeta y que en los Estados Unidos ya cobró la vida de 110 925 personas, con los niveles más altos de contagio, ya cercanos a los dos millones, muchas de ellas sin servicio médico; la falta de sensibilidad para atender los conflictos sociales y buscar soluciones más allá de la violencia, pueden cambiar drásticamente el panorama electoral para el próximo tres de noviembre de este año.

Uno de los más influyentes analistas de Houston, Angel Neil, afirmó: "Fue un momento crucial en nuestra historia. Creo que la comunidad blanca finalmente ve lo que es caminar en nuestros zapatos".