Editoriales

Sophia, la belleza y la vida

  • Por: LIBERTAD GARCÍA CABRIALES
  • 17 NOVIEMBRE 2020
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Sophia, la belleza y la vida

Dicen que la belleza es un misterio. Desde la antigüedad, las personas más sabias pensaron la belleza buscando definirla. Entre los griegos, ya Platón en el Banquete expresa un concepto de belleza relacionada con el bien y el amor. Aristóteles por su parte hablaba de la belleza como lo valioso y agradable. Pero antes de ellos, fue una mujer, la enorme poeta Safo, nacida aproximadamente el año 650 antes de Cristo, quien creó la más "bella" definición de la belleza:

"Dicen unos que una tropa de jinetes, otros la infantería y otros una escuadra de navíos, sobre la oscura tierra es lo más bello: más yo digo que bello es lo que uno ama".

Hablar de belleza es controvertido. Miles de años han pasado desde que Safo lo expresó en las costas del Mar Egeo y todavía sigue siendo un tema a debate. Además de los griegos, grandes pensadores y creadores de todos los tiempos han reflexionado acerca de la belleza. La exterior y la interior. Confucio decía que todo tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Bacon por su parte decía que la mejor parte de la belleza es inexplicable. Gibrán afirmaba que sólo vivimos para descubrir la belleza. Oscar Wilde escribió que lo bello está en todas las estaciones, una posesión para la eternidad. Emerson la nombraba como el lenguaje de Dios.

No sé usted cómo vea y piense la belleza. Pero es lamentable observar cómo tantos jóvenes, incluso adultos y hasta niños, están influenciados ahora por los "gurús" de las redes sociales, quienes pretenden dictar los cánones de la belleza a su antojo. Los llamados "influencers" quienes en su mayoría carecen de preparación y a lo más que llegan, es a citar frases insulsas de "autoayuda". En ese contexto, han promovido "una subcultura de belleza física alternativa surgida a partir de la presión social de la sociedad de consumo". Así pues, se busca a tontas y a locas "estar bello", tener un cuerpo perfecto y parecerse a los modelos de las pantallas. Y como la perfección no existe, viene la frustración y con ello graves problemas emocionales.

A contrapelo de las y los "influencers" de cara bonita y cuerpos esculturales, hoy quiero referirme a una mujer, quien dedicada al complejo mundo del espectáculo, ha logrado, a sus 86 años, el aura de una belleza extraordinaria: Sophia Loren. Considerada por su físico como la mismísima Diosa Venus, hace unos años, con casi 80, una publicación la proclamó como la mujer más bella del mundo. Pero es su biografía la que realmente define su ser. Sobreviviente de la guerra y la pobreza, pero especialmente del abandono de su padre, que condicionó su vida, Sophia aprendió en la adversidad a prepararse para no caer como tantos, víctima del oropel. Ella misma declaró algún día haberse comido los huesos del durazno para engañar el hambre. No fue sólo la belleza, confiesa; necesité mucha tenacidad, fuerza interior y confianza en mí misma para resistir y entender lo que verdaderamente vale.

A golpes de adversidad creció. De niña le decían "palillo" por su delgadez, pero  muy joven ya había ganado un Oscar, le había propuesto matrimonio Cary Grant, fue acosada por Marlon Brando a quien paró en seco, se especuló de un romance con el apuesto Marcelo Mastroianni, con quien hizo 12 películas; más confiesa que el hombre de su vida fue Carlo Ponti, con quien se casó en medio de un gran escándalo, padre de sus dos hijos y su pareja hasta la muerte. Mujer con aciertos y errores como cualquiera, con muchos miedos, (duerme con luz en su habitación por un trauma de guerra), nadie podría negar que logró una gran trayectoria más allá de su físico impresionante.

Para demostrarlo y con más de 80 películas en su haber, se ha atrevido a mostrar su vejez en una película dirigida por su hijo Eduardo. Vi la cinta este fin de semana y me gustó. Especialmente por su actuación, por hacer gala de esa belleza sin tiempo, por ese "frenesí de vivir" que asegura sentir todavía. En una nueva versión del filme, Sophia se pone en la piel de una sobreviviente del holocausto que cuida niños de prostitutas en la bellísima Costa Italiana. Y no les cuento más. Véanla. El tema no es original, sí entrañable, los paisajes bellísimos; pero sólo por ver a Sophia en esa "bella" plenitud vale la pena.

En fin. La belleza es un misterio, pero va mucho más allá de esas caras bonitas del "instagram" que van tras los estereotipos exteriores, vacías por dentro. En ese contexto, prefiero a la diva italiana. Una hermosa mujer de carne y hueso, quien cocina para poner las cosas en su sitio, afirma que "la felicidad no es un hecho continuo, pero la vida es bella, fluye y que mucho ayuda, ayudar a los demás". Y hablando de belleza me quedo con los versos de Safo: Lo más bello es lo que uno ama.  En eso creo.

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