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Los veteranos del futuro
En este supuesto se encuentran varios Dreamers o también llamados DACAS, que llegaron siendo niños a los EU de manera no documentada, y que, por razón de tiempo, han tenido una prolongada estadía, en donde llevaron a cabo sus estudios hasta la universidad
El pasado miércoles, se conmemoró el Día Nacional de los Veteranos, fecha muy significativa en el calendario cívico de los EU, que reconoce con los mayores honores a toda persona que haya servido en el ejército norteamericano. A diferencia del Día de los Caídos (Memorial Day) que se celebra cada lunes último de mayo, para recordar a todo soldado que pereció en combate, el Día de los Veteranos es un homenaje que rinde el país a todas las personas que han formado parte de sus fuerzas armadas, hayan estado o no, en combate. De esta manera, se les considera veteranos, una vez que han concluido su estadía dentro de cualquier labor encomendada en su servicio militar.
Por ello, pueden ser incluidas todas las minorías que forman parte del amplio crisol social de los EU, entre las que destacan la comunidad hispana y de manera específica, los mexicanos-americanos que han optado por llevar una nueva forma de vida, aprovechando los beneficios que les ofrece la doble nacionalidad. Hay otros casos, en donde las personas que cumplen sus tareas militares aún no tienen la ciudadanía, pero por este medio, los podrían considerar para obtenerla.
En este supuesto se encuentran varios Dreamers o también llamados DACAS, que llegaron siendo niños a los EU de manera no documentada, y que, por razón de tiempo, han tenido una prolongada estadía, en donde llevaron a cabo sus estudios hasta la universidad.
Son combatientes natos, que han enfrentado diversas batallas para buscar mejores condiciones de vida para ellos, para sus familias y para nuestra comunidad no documentada, como es el caso de César Vargas, un residente de NY, que llegó a los EU, de la mano de su mamá y dos hermanos, siendo todos menores. Ahora es un abogado titulado, que trabaja dando asesoría a los concejales de la ciudad de NY, para defender los derechos de los migrantes, para promover diversas políticas públicas en favor de las comunidades menos favorecidas en programas de asistencia social. Su lucha en favor de los derechos civiles de nuestros paisanos es muy reconocida y respetada.
Al igual que su esposa, ambos trabajan en una organización social llamada La Colmena en Staten Island, NY, para ofrecer asistencia a los migrantes más necesitados, de tal manera que gestionan la entrega de despensas, dan asesoría legal y ofrecen apoyo para recibir en sus instalaciones a migrantes en situación de extrema necesidad. En su lucha diaria, me he dado cuenta que son absolutamente incluyentes, sin importar el origen étnico, preferencias sexuales, ideológicas, religiosas o políticas de los connacionales que solicitan apoyo. En su propio estilo directo y sincero, el trabajo y trato de César con la comunidad es cálido y también discreto. No busca notoriedad alguna.
Debo agregar que son aliados estratégicos del Consulado Mexicano en Nueva York, porque nos ofrecen constantemente el uso de sus instalaciones, para operar uno de los consulados móviles que tenemos, que da servicios de documentación que son altamente solicitados por la comunidad para la obtención de pasaportes, matrículas consulares, trámite de la credencial del INE, entre otros.
Estoy seguro que con este tipo de futuros veteranos, nuestra comunidad tendrá mejores tiempos por venir, con voces y acciones que pueden hacer la diferencia de hoy, a lo del mañana.