Penélope

En la primera parte de su gran poema La Odisea, Homero describe la situación de Ítaca con la ausencia de su rey, el sufrimiento de Telémaco y Penélope debido a los pretendientes que le exigían un nuevo matrimonio, y cómo el joven emprende un viaje en busca de su padre. Penélope, que no aceptaba la muerte de Ulises y menos dar su mano a alguno de sus muchos cortejadores, puso como condición para tomar partido la terminación de un sudario que tejía; pero, lo que hacía de día, lo deshacía de noche.

A lo largo de los siglos, se han hecho interpretaciones diversas, de entre las cuales está la que acomoda al Instituto Nacional Electoral, que lo que hace a la vista del público, lo deshace en la oscuridad de la noche, como aquel funcionario electoral que fue sorprendido a las tres de la mañana alterando las actas de escrutinio cuando el gobernador del estado, advertido por la Gordillo, ordenó que en Tamaulipas se diera el triunfo a uno de los partidos contendientes para evitar la llegada de quien se dijo era un peligro.

Dice el INE ser: "A partir de la reforma constitucional de 2014, el INE evolucionó hacia una Institución de carácter nacional a partir de la cual los estándares con los que se organizan los comicios electorales, se homologaron para fortalecer la democracia electoral y garantizar el ejercicio de los derechos político-electorales de la ciudadanía. Nuestros principios rectores son: legalidad, certeza, imparcialidad, objetividad, independencia y máxima publicidad, establecidos en el mandato legal que dio origen al IFE y que se enriquecieron con el INE". Principios que habría que buscar con la lámpara de Diógenes.

De hecho, todas las evidencias muestran y demuestran que el INE está actuando como una instancia beligerante en el proceso electoral que concluirá el próximo primer domingo de junio, haciendo el papel de filtro para que los candidatos de un partido en específico no lleguen a figurar en las boletas electorales. El caso es tan grave, que el Consejo General del organismo validó las medidas que afectan principalmente a Morena porque no entregó los informes de ingresos y gastos de precampañas.

Los afectados alegaron que, en efecto, no cumplieron con esta disposición de la ley porque no hubo precampañas. Como la consigna ya se había dado, hicieron como Gabino Barrera, que no entendía razones andando en la borrachera. Le dieron para adelante y, además utilizaron los criterios de máximo rigor, como ha venido ocurriendo siempre con quien se roba un pan para llevar alimento a su familia.

Invocan para ello el Artículo 456 de la Ley General de Instituciones y Procesos Electorales, que a la letra dice: "Artículo 456.1. Las infracciones señaladas en los artículos anteriores serán sancionadas conforme a lo siguiente: ...c) Respecto de los aspirantes, precandidatos o candidatos a cargos de elección popular: I. Con amonestación pública; II. Con multa de hasta cinco mil días de salario mínimo general vigente para el Distrito Federal, y III. Con la pérdida del derecho del precandidato infractor a ser registrado como candidato o, en su caso, si ya está hecho el registro, con la cancelación del mismo. Cuando las infracciones cometidas por aspirantes o precandidatos a cargos de elección popular, cuando sean imputables exclusivamente a aquéllos, no procederá sanción alguna en contra del partido político de que se trate. Cuando el precandidato resulte electo en el proceso interno, el partido político no podrá registrarlo como candidato".

Habría que preguntar con qué criterios determinaron los árbitros electorales que no haber hecho precampaña se constituye en un caso tan grave que merece la aplicación de la pena máxima. Se echa de ver una rigidez que no ha tenido el INE en circunstancias similares o de mayor trascendencia, cuando ve la paja en el ojo ajeno; pero, no la viga en el propio. Esta actuación está cayendo en el terreno de lo faccioso y recuerda el origen de la institución y de sus integrantes, todos ahijados de la Gordillo.

Quizá por ello, el magnate Ricardo Salinas Pliego expresó a través de las redes sociales que: "En los últimos días he estado escuchando el tema del INE y me puse a investigar, a informarme, a preguntar y me gustaría darles mi opinión... muchos pueden no estar de acuerdo, pero cómo les digo, es MI OPINIÓN y se las comparto el lunes de forma amplia y la debatimos en Twitter, voy a terminar de redactar un documento que inicié ayer. Por lo pronto, yo creo que EL INE DEBE MORIR PRONTO".

Se puede agregar que si el INE no debe desaparecer por su arbitrariedad, sí debe hacerlo por haber fallado flagrantemente a su compromiso de promover la cultura democrática y realizar su tarea con legalidad, certeza, imparcialidad, objetividad, independencia y máxima publicidad. 

Que ya deje de tejer de día para deshacer de noche.