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Los apuros del "gobernador fosfo"

El gobernador electo de Nuevo León, Samuel García se ha dado cuenta que, desde la silla del poder, las cosas son diferentes. No es lo mismo gritar, acusar, descalificar y criticar al gobierno desde afuera, a estar adentro y formar parte de él.

Apenas ganó la gubernatura, pensó y creyó que todos estarían a sus pies; creyó que cuando el Presidente lo recibió en Palacio Nacional, tendría vara alta para cumplir las obras prometidas y que las bolsas de dinero de la Federación llegarían a Nuevo León por arte de magia. 

Los apuros del "gobernador fosfo"

También se dio cuenta que desde el Congreso de Nuevo León, los nuevos diputados no serán mansos corderos y que no atenderían de inmediato a su llamado como pensaba. Incluso, que su compadre Luis Donaldo Colosio, desde la alcaldía de Monterrey sería el más fiel de sus aliados, y no: Colosio ya pintó su raya y se desmarcó de él. Los empresarios que, en el último minuto del proceso electoral, decidieron darle su apoyo, ya lo están viendo con recelo y desconfianza.

Apenas pasaron los primeros días de haber conquistado la gloria, Samuel se enteró que estaba solo. Las mismas redes sociales, que lo habían ayudado a llegar, empezaron a verlo y tratarlo de diferente manera.

Hoy Samuel necesita aliados, tanto que ha volteado los ojos hacia Tamaulipas, Coahuila y Texas para que sus gobiernos lo respalden y le ayuden a hacer región. Sus desplantes regionalistas "trumpeanos" los ha borrado de su vocabulario. El discurso del gobernador "fosfo", está en el bote de la basura. La "vieja política" de la que tanto renegó, hoy es la única que lo puede hacer fuerte.

La sociedad nuevoleonesa es muy dura con sus gobiernos, sobre todo con aquellos que mienten y engañan, y una muestra clara, es Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, que prometió mil cosas y no cumplió; hoy todos cuentan los minutos esperando que se vaya. 

Samuel no la tiene fácil, pues prometió mucho y aun no toma el poder y ya empieza a notarse un desencanto ciudadano.

El arranque de su gobierno será de lo más complicado, pues no tiene dinero y el equipo que trae difícilmente responderá a las expectativas que generó. Por eso y por más, el "gobernador fosfo", hoy necesita de mucha suerte y de muchos aliados para cumplir lo prometido. Muy temprano se dio cuenta que no es lo mismo ser borracho que cantinero.

Talachazos

Doña Maki, alcaldesa de Reynosa debe llevársela tranquila cuando vea y lea encuestas que no le favorecen, sobre todo aquellas que revelan que en Tamaulipas será hombre el próximo candidato a la gubernatura de Morena. Su exabrupto, en su cuenta de twitter donde se burla o reta a la prensa de El Mañana, y acusa de misóginos a columnistas por publicar encuestas que rechazan que sea una mujer la candidata, exhibe una conducta intolerante. No se ayuda y refleja desesperación. 

En política, el que se enoja, o la que se enoja, pierde, y parece que Doña Maki ha perdido los estribos. Lo que no sabe, o si sabe, pero no quiere entender, es que Morena ya decidió el asunto de la paridad en las candidaturas y en Tamaulipas será hombre, porque en Quintana Roo, Oaxaca, Aguascalientes, Morena postulará a mujeres.

En Morena ya le mandaron decir que está pagada con dejar en la alcaldía a su hijo, y el compromiso de aprobar sus cuentas públicas. Mario Delgado, lo dijo hace días en Ciudad Victoria: división es traición. Pero habría que agregar también: ambición, también es traición y Doña Maki parece no entender. Está a tiempo de corregir su conducta.