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La advertencia fue clara
La advertencia del entonces gobernador de California, Jerry Brown, de visita en México donde se dirigió al Congreso de la Unión, fue muy clara; dijo con su habitual desparpajo a los legisladores mexicanos: "Se los van a comer vivos si no aprueban una legislación rígida que regule la participación de las corporaciones extranjeras en la industria eléctrica". Así hubiera sido si los aborígenes no se ponen truchas y llevan al poder a un gobierno responsable y patriota que vela por el interés popular.
La historia es muy conocida porque tuvo amplias repercusiones en la prensa extranjera, especialmente de los Estados Unidos. Fue en agosto del 2014, y la llamada de atención de Brown fue en base a lo que pasó en 2000 y 2001, cuando California, debido a una seria disminución del suministro de electricidad, sufrió interminables y costosos apagones durante una larga temporada. Después de una investigación se descubrió que la corporación Enron, cuya actividad era la producción y distribución de electricidad, restringió artificialmente el flujo del suministro con el fin de incrementar sensiblemente su precio. Dicha corporación, cuyos más altos funcionarios terminaron en la cárcel por defraudar a miles de trabajadores que laboraban en ella, cerró abruptamente varias plantas en California dizque para dar mantenimiento.
Pero la transa no quedó ahí, Al mismo tiempo adquirió a bajos precios la energía eléctrica que se producía en otras plantas para posteriormente revenderla a los consumidores de California a precios artificialmente inflados. Se comprobó el fraude, pero el daño estaba hecho y la repercusión ya había afectado la economía de varios millones de familias. El resultado último fue que el estado terminó con una deuda adicional de 14 mil millones de dólares, que en ese entonces no había terminado de pagar.
Como los Estados Unidos son un país civilizado, no hubo forma de que los responsables evadieran la cárcel y se hicieran acreedores a multas colosales que tuvieron que pagar, aunque algunos se haya declarado en bancarrota. El sistema judicial atendió el mandato de la ley y llevó a la picota a quienes habían dañado el interés general para favorecer la acumulación de riqueza mal habida mediante contratos amañados que no corresponden a la realidad de una industria fundamental para el desarrollo.
Desde luego, el gobierno de Enrique Peña Nieto con la conducción de los perversos dinosaurios de la política Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones, se salieron con la suya. La iniciativa la firmó el presidente el 12 de agosto de 2013. En el evento de presentación participaron los secretarios de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; de Gobernación, Miguel Ángel Osorio; de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray; y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud; así como los directores de Pemex, Emilio Lozoya, y de la Comisión Federal de Electricidad, Francisco Rojas.
Con ello, según Segio O. Saldaña Zorrilla: "La mayor parte de empresas en el sector energético serán extranjeras. Igualmente, al no existir actualmente un sector bancario nacional con la capacidad financiera requerida para respaldar las inversiones previstas, habrá una influencia creciente de instituciones financieras extranjeras en el sector. Hoy tenemos serios problemas de integración de nuestra industria; las propias secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Economía han sido hasta ahora incapaces de articular una estrategia económica de largo alcance a la altura de las necesidades del país; el país sigue sin rumbo económico, sin una definición clara y ordenada de metas; carecemos de una agenda de desarrollo...".
Los pronósticos se han cumplido cabalmente y cuando el gobierno mexicano busca revertir los abusos y recuperar los renglones estratégicos para el desarrollo del país, quienes se sienten afectados en sus intereses, tanto porque se les cayeron negocios pantagruélicos con los que las grandes fortunas se acrecentaban con el dinero de los mexicanos cautivos que tienen que pagan impuesto por un refresco y una ´concha´, que muchas veces son su único alimento al día, surgen la resistencia y el embate mediático.
El Poder Judicial es uno de los Poderes de la Federación y su tarea es velar por la justicia y la recta aplicación de la ley, además de ver por el interés nacional, esto es el de todos los mexicanos, no ponerse al servicio de camarillas de facinerosos que han acaparado la riqueza que genera la mano del hombre y el aprovechamiento de los recursos que provee la madre naturaleza con transas sin fin.
A lo largo de la historia, México ha tenido personajes o pandillas que han traicionado al país y a los paisanos; pero, para todos ellos tuvieron la respuesta justa de las instituciones nacionales dirigidas por patriotas.