Editoriales > ANÁLISIS

Abriendo brecha

Las posibilidades de una reforma migratoria integral, que resuelva de manera definitiva los problemas actuales y por venir derivados del sueño americano, que ha movido a cientos de millones de personas a dejar sus países para probar fortuna en la tierra de promisión, se dieron ayer cuando la Cámara Baja del Congreso de los Estados Unidos aprobó dos proyectos de ley para posibilitar el acceso legal de peones agrícolas cuya estancia sería, en primera instancia, temporal y para legalizar el estatus de los dreamers.

El proyecto de ley, llamado Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola, aprobado en la cámara con una votación bipartidista de 247-174, contó con el respaldo de treinta republicanos que se unieron a los demócratas para votar a favor. Un demócrata, el representante Jared Golden de Maine, votó en contra de la legislación. La legislación crearía un proceso para obtener un estatus temporal como Trabajadores Agrícolas Certificados para las personas que hayan trabajado al menos 180 días en la agricultura durante los últimos dos años.

Abriendo brecha

Los cónyuges e hijos también podrían solicitar un estatus temporal en virtud de la ley. La legislación crearía una vía para que los trabajadores obtengan una tarjeta verde pagando una multa de mil dólares y participando en trabajos agrícolas adicionales dependiendo de cuánto tiempo hayan trabajado en la agricultura en los EU. El proyecto de ley también agilizaría el proceso para obtener una visa H-2A, que permite a los ciudadanos extranjeros ingresar al país para realizar trabajos agrícolas temporales.

Durante la misma sesión, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley que crearía un camino hacia la ciudadanía para millones de dreamers, inmigrantes indocumentados traídos a Estados Unidos cuando eran niños, con apoyo bipartidista; pero probablemente enfrentará una batalla cuesta arriba en el Senado. Para aprobar el proyecto de ley en la cámara alta dividida, todos los demócratas y al menos 10 republicanos tendrían que votar por la legislación para evitar un obstruccionismo. Todo puede suceder.

Los requisitos que fueron estipulados incluyen estar físicamente presente en los EU antes del 1 de enero de 2021, tener 18 años o menos en la fecha inicial de entrada a los EU y no haber recibido una condena por delitos como violencia doméstica, agresión sexual o trata de personas. La Cámara aprobó la legislación en 2019, cuando siete republicanos votaron con los demócratas para apoyar el proyecto de ley. Sin embargo, no se trató en el Senado liderado por el Partido Republicano en ese momento.

La iniciativa de ley incluye protecciones y un camino hacia la ciudadanía para las personas que fueron elegibles para el estado de protección temporal (TPS) el 17 de septiembre de 2017 o antes, y las personas que tenían el estado de salida forzada diferida (DED) al 20 de enero de 2021. Individuos que son beneficiarios de cualquiera de esos programas y han estado en los EU durante tres años antes de la promulgación de la ley son elegibles para las protecciones y el camino hacia la ciudadanía.

Antes de la votación, los líderes republicanos en la Cámara instaron a sus colegas republicanos a votar en contra de la legislación, según un aviso enviado a las oficinas del Partido Republicano el martes.Para ver la proyección número en el Senado, habría que decir que en la Cámara de Representantes 30 republicanos votaron por aprobar las iniciativas y que en la cámara alta se necesitan diez para que pasen. Durante el juicio que se siguió al expresidente Trump, siete senadores demócratas se unieron a los republicanos; pero, no hicieron un número suficiente para que el impeachment resultada aprobado. Ahora, parece haber más holgura en las posturas partidistas y es posible que ambos proyectos pasen.

Cabe señalar que hoy en día, cerca del 14% de la población de Estados Unidos nació en el extranjero. Esto representa un aumento marcado en relación a la cifra histórica de menos del 5% en 1970, pero es similar al porcentaje que había entre 1870 y 1910. Después de la ola migratoria que llegó de Europa hacia finales del siglo XIX, la inmigración cayó dramáticamente, de cerca de un millón al año en 1910 a solo 165.000 en 1924. Esto se debió mayormente a los límites establecidos al número de inmigrantes de países específicos, aunque también influyeron la convulsión económica tras la Gran Depresión y las dos guerras mundiales.

Para México, cuyo gobierno apoya la agenda de la Organización de las Naciones Unidas, para el 2030 de Desarrollo Sostenible que reconoce por primera vez la contribución de la migración al desarrollo sostenible, la noticia es alentadora y viene a traer un alivio a la problemática del siglo XXI, agravada por la pandemia.

Ojalá haya la suficiente voluntad política para hacer realidad la gran reforma migratoria de los tiempos modernos en los Estados Unidos, la tierra del sueño americano.