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En la disyuntiva

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 29 MAYO 2021
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En la disyuntiva

Es común decir que las estrellas se alinean cuando todo parece ir bien y la meta anhelada está a la vista; pero, en la realidad cotidiana, muy poco está al azar y generalmente viene a resultar aplicable la ley de la causa y el efecto. El próximo seis de julio, estarán en juego no las elecciones para renovar poderes en México y gobiernos en varios estados de la República; sino poderosos intereses conjurados en contra de volver a poner la economía y la administración pública al servicio del hombre y preservar al planeta.

Ya están en México los emisarios de la Organización de Estados Americanos, brazo político del interés norteamericano; observadores electorales de los organismos no gubernamentales, especialmente los llamados defensores de derechos humanos, cuya tarea son las acciones encubiertas para desestabilizar gobiernos populares y democráticos, así como preparar golpes de Estado, utilizando argucias legaloides avaladas por los caballos de Troya que han venido a resultar los aparatos electorales y judiciales propios.

La solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador para que el gobierno de los Estados Unidos deje de financiar a los grupos fascistas de derecha agrupados en la triple alianza política y los frentes de la 'sociedad civil', desde el histórico Yunke, hasta Frenaaa, pasando por el DHIAC (Desarrollo Humano Integral) y las agrupaciones feministas beligerantes, principalmente a través de la Iniciativa Mérida y del Departamento de Estado y los fondos de apoyo internacional de USAID, aprobados por su Congreso, no ha tenido respuesta y, en cambio, sigue un activismo similar al de Bolivia y Brasil, antes de la elección.

No ha respondido por la simple razón de que se encuentra atrapado en la difícil encrucijada de retornar al capitalismo productivo que genera riqueza y bienestar la para la gente, o embarcarse en la riesgosa aventura del Economic Reset propuesto en el Foro Económico Mundial de Davos como respuesta a los estragos provocados por la pandemia y las estrategias de postpandemia, con un nuevo orden mundial basado en la ´acumulación postrera´, un proceso de canibalismo económico, por definición limitado. 

El presidente Biden y el Partido Demócrata, con dos mujeres al frente de las Cámaras del Congreso, pueden optar entre recuperar la economía humana o subordinar y destruir el sistema productivo, lo que habría de generar un grado de exclusión social masivo a nivel global. La exclusión progresiva no se limita a las mayorías de trabajadores ignorantes y pobres; sino que afectará y a destruirá las clases medias en todas sus capas componentes de abajo para arriba. No sólo destruye a las pequeñas empresas; llega hasta los empresarios medianos y grandes. Esta situación de crisis y transición poscapitalista ya no puede hablar del proletariado; sino de pueblos y naciones enteras excluidas y subyugadas.

Cuando Paul Kurgman se preguntó: "¿Por qué Estados Unidos, una cuna de la democracia, está tan cerca de seguir los pasos de otros países que recientemente la han destruido?", todavía no ocurría lo de la llegada a la presidencia de Ecuador de Guillermo Lasso, un político y banquero conservador, que marca un giro a la derecha en el país. En principio puede decirse que el resultado muestra la resistencia al correísmo y el peso del voto nulo impulsado por el movimiento indígena, y abre un complejo escenario con un presidente alineado ideológicamente con el neoliberalismo; pero, la realidad demuestra otra cosa.

Según trascendió por los medios: "A pesar del acuerdo pactado el 12 de febrero frente a la autoridad electoral y a delegaciones internacionales, Lasso se negó a abrir las urnas en las que se habían detectado irregularidades; es más, luego de la evidencia de los 612 votos adicionales en favor de Pérez encontrados en 28 urnas revisadas, el CNE no accedió a la apertura de las 20.000 actas impugnadas". Las malas técnicas del fraude electoral y la carencia de efectividad del voto nulo fueron evidenciadas. 

Cuando desde este espacio se asegura que en las elecciones del seis de junio se decidirá el futuro de la humanidad, no se trata de un arranque de lirismo. México será el escenario en donde se definan los caminos que habrá de recorrer la humanidad en los tiempos por venir. Aquí se verá si puede el voto en las urnas volver el poder a la ciudadanía para darse la forma de gobierno que mejor le convenga o si avanza por el riesgoso camino de la dictadura de la plutocracia, que tienen tan feo nombre: fascismo.

Por más dinero que reciban las instituciones facciosas y venales, si los mexicanos salen a votar sin miedo el día de los comicios, nada podrán hacer contra la contundencia del mandato popular. Hay que reconocer que para asegurar una distribución de los recursos más equitativa, la comunidad que se ha conformado debe establecer unas reglas simples y claras que han de ser respetadas y acatadas por todos; de ahí nace la política, para mediar entre los conflictos que van sucediendo entre personas o grupos.

Bien decía el premio Nobel Richard Thaler al hablar del 'sesgo del presente' según el cual: "la tiranía del presente y la precipitación en la toma de decisiones ocultan errores y consecuencias que de forma inexorable cobrarán su peaje en el mediano o largo plazo". El voto del primer domingo de junio habrá de presentar su factura de manera inmediata, con la pérdida de lo logrado en el avance de la justicia social y, en el futuro, con la vuelta a los regímenes al servicio de la plutocracia y su corte de plañideras.

Precisamente, Richard Thaler fue nominado para el Nobel de economía por haber demostrado que las personas como agentes económicos zozobran periódicamente en las aguas de la irracionalidad. No es el primero ni el único. El gran economista británico John Maynard Keynes ya mencionó la teoría de los ´animal spirits´, que más tarde consagrarían George A. Akerlof y Robert J. Shiller; espíritus animales caprichosos e irracionales que transgreden las normas del comportamiento económico tradicional. Así como la mano invisible de Adam Smith es la idea central de la economía clásica, los espíritus animales son la clave relativa a la influencia del sentimiento y la irracionalidad en la conducta social de la gente. 

Con el crayón en la mano, los mexicanos habrán de dejar fuera de la mampara la pasión y el instinto para sufragar con la razón y contribuir a una economía de leche y pan, en que unos tengan más que otros; pero, sin llegar a los aberrantes extremos que ahora se observan, de unos cuantos que ni siquiera logran entender cuánto tienen, y otros que se debaten en la angustia de no saber cómo dar de comer a su prole. Cada ser humano es diferente (por fortuna); pero todos deben tener oportunidad de mejorar.

Ya lo dijo Gastón Soublette a sus 94 años: "La civilización industrial surgió como consecuencia de la filosofía utilitaria anglosajona, la cual promovió el imperativo de la generación de riqueza como el sentido mismo de la vida. Paralelamente a eso, estaba ya ocurriendo el fenómeno de una creciente secularización de la sociedad, hasta el punto cúlmine en que Friedrich Nietsche proclamó ante el mundo su famoso Dios ha muerto".

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