El negocio de la pobreza

Segu´n los estudio realizados por el Consejo Nacional de Evaluacio´n de las Poli´ticas de Desarrollo Social, en los dos primeros meses del an~o cayeron los niveles de bienestar de la pobla- cio´n en comparacio´n con los meses previos del an~o anterior. Esto es, el ingreso de los trabajadores y de las familias de los trabajadores sigue cayendo por debajo de las li´neas de bienestar, mi´nimo (que contempla so´lo la comida) o general (que incluye otros rubros).

En diciembre de 2017, el ingreso mensual de la poblacio´n rural que vivi´a en la li´nea de bienestar mi´nimo, era de $1,066.70, y de la poblacio´n con nivel de bienestar general, de $1,491.65, cantidades estas insuficientes para una buena alimentacio´n; en las zonas urbanas, el ingreso de quienes alcanzaron el nivel de bienestar mi´nimo fue de $1,933.12, y el gene- ral, de $2,980.79. Se estimaba que este an~o los niveles mejorari´an.

Pero, no. Tomando en cuenta los mismos para´me- tros, se tiene que en el mes de enero de este an~o, el ingreso rural fue de $1,061.46 y $1,490.86, y el urbano de $1,933.1 y $2,989.13; y que el mismo, en el mes de febrero, fue de $1,041.97-$1,472.94 y $1,915.01- $2,974.46 , con una clara tendencia a la baja, que, aunque sea de a poco, en conjunto hace un buen bonche de dinero que se escamotea a la gente pobre del pai´s.

Algunos estudiosos han sen~alado que esas estadi´s- ticas del Coneval son una evidencia de los fracasos de las poli´ticas pu´blicas de la administracio´n pu´blica para combatir la pobreza y ese truco sucio para enga- n~ar al respetable, que es la pobreza extrema. Pero, no. No se trata de que los programas del gobierno fracasen y que el nu´mero de pobres se haya elevado. En realidad, se trata del gran negocio de la pobreza que deja mucho.

Quiza´ quien mejor lo ha definido es la socio´loga e historiadora Sara Sefchovich, quien, en su libro Pai´s de mentiras, asegura que: "creamos comisiones para todo, las dotamos de un presupuesto millonario, duplicamos funciones y fingimos que trabajamos en nombre de los desprotegidos. Las universidades hacen su parte tambie´n. Hay muchi´simos estudiosos de la pobreza a los que se les da un presupuesto y hacen tesis, disertaciones, conferencias, libros grue- si´simos que solo aumentan la dosis de simulacio´n. Nos interesan los pobres como sujetos de estudio, no como personas que pueden salir de esa situacio´n de marginacio´n". Sin embargo, so´lo trata el lado amable.

Porque, en el otro extremo, esta´n los programas asistenciales como me´todo efectivo de coaccio´n para obligar al voto cautivo: Programa de Apoyo a la Educacio´n Indi´gena, Pensio´n para Adultos Mayores, Comedores Comunitarios y Programa de Atencio´n a Jornaleros Agri´colas; Prospera, Programa de Inclusio´n Social, Programa de Empleo Temporal, Programa 3×1 para Migrantes, Programa de Abasto Social de Leche a cargo de Liconsa, Programa de Abasto Rural a cargo de Diconsa, Educacio´n para Adultos, Programa Nacional de Becas y el Programa de Apoyo al Empleo (PAE), entre otros.

Segu´n el propio Coneval, existen entre 5,500 y 6,000 programas sociales a nivel nacional, estatal y municipal que no esta´n alineados entre si´, lo que genera que los recursos se desaprovechen y muchas veces no lleguen a las personas que ma´s pobres. Nada ma´s en el 2017, el gobierno Federal destino´ 360,602 millones de pesos a los programas presupuestarios a trave´s de los cuales la Federacio´n entrega subsidios directamente a la poblacio´n, o a trave´s de los gobier- nos estatales o municipales; esto representa 7.4% del total del Presupuesto de Egresos de la Federacio´n en ese an~o.

Si se gastan cuantiosos recursos para aliviar la pobreza y esta no cede; por al reve´s, crece, eso signifi- ca el agotamiento del paradigma de desarrollo social en Me´xico que esta´ basado en programas asisten- ciales, a los que falta el impulso a poli´ticas laborales enfocadas en mejorar los ingresos de la poblacio´n econo´micamente activa de Me´xico.

El reconocido escritor Ramiro Padilla Atondo escribio´ en Sin Embargo un arti´culo que en una de sus parte medulares, dice: "Si se multiplicaran los Lulas entonces las grandes burocracias estari´an en verdadero peligro, porque habremos de recordar que el estado concede de manera graciosa como si fuera el duen~o del dinero. Los pobres aceptan la ayuda porque no esta´n para ponerse los mon~os. Y esas ayudas con- dicionan a los que menos tienen como lo acabamos de comprobar hace poco. Caldero´n vendio´ un estado de excepcio´n con su famosa guerra. El ´gobierno´ de Pen~a Nieto ahora lo hace para combatir segu´n ellos el hambre".

El hambre como negocio, ¡es buen negocio!

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Me´xico: diale´ctica populismo-neoliberalismo