El mejor amigo
Por aquellos tiempos se decía que el mejor amigo del hombre era un peso en la bolsa; los criterios han variado según la época. Luego se dijo que el mejor amigo era el caballo y después que el perro. Ahora, quienes han alcanzado el privilegio de peinar canas, están convencido de que el mejor amigo es el que se frecuenta, se aprecia y se estima en una relación solidaria y fraternal.
Sin embargo, no deja de ser importante que los capitanes de las grandes corporaciones financieras reconozcan al gobierno de México y, todavía más, se ofrezcan a prestarle lo que se requiera, para lo que necesite. En boca de todos anda la novedad de que en cinco meses de gobierno, el Banco de México ha podido elevar substancialmente las reservas federales en oro y moneda extranjera, como muy pocas veces se ha visto durante la noche obscura del neoliberalismo. Hay más dólares.
Hace trece años el becario de ingrata memoria contrató el publicista español Solá para que viniera al país a crear la frase infamante de que "López Obrador es un peligro para México"; hace siete se dijo que el candidato era como el demonio mismo y que había que cerrarle las puertas. Hace tan sólo un año se aseguraba que de llegar López Obrador a la presidencia vendría la gran catástrofe. Que el peso caería por los suelos, que la bolsa de valores tronaría, los acreedores demandarían.
No se ha cumplido ninguno de los negros vaticinios y la salud de la economía está más sólida que nunca en los últimos 30 años. Pero, además, la limpieza que ha emprendido con lejía de la más corrosiva el gobierno de la 4ª. Transformación, le ha merecido el reconocimiento de propios y extraños y no es peregrino, como vaticino Pepe Múgica, que nuevamente México vuelva a ser la locomotora del desarrollo de la América Latina, sobre las bases de una economía justa y racional.
Ayer se informó que según los reportes del Banco de México, entre el 1 de enero y el 24 de mayo de 2019, se logró una acumulación de 2,530 millones de dólares en las reservas internacionales, el flujo más alto de ahorros reportado por el Banxico para los primeros cinco meses desde 2016. De inmediato saltaron los banqueros internacionales a hacer las cuentas del gran capitán, señalando que si se suman esos fondos a los del crédito contingente que tiene México, el país ya es rico.
¿Qué ha hecho posible lograr que las finanzas nacionales, hundidas por la irresponsabilidad del perverso Luis Videgaray en complicidad con el gordito Carstens, la vayan librando? No hay que ir muy lejos por la respuesta. Se debe a que en los casi dos trimestres que lleva al frente del país, ha mantenido la flexibilidad cambiaria, ha respetado la autonomía del Banxico, ha mantenido el compromiso con la disciplina fiscal y apoya al libre comercio. Cuatro pilares de estabilidad macroeconómica que funcionan como estímulo para tener confianza en el país y apóyarlo.
Tan es así, que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, luego de reunirse con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, reconoció que se encuentra: "Realmente impresionada por los primeros pasos que ha dado el gobierno"; estimando que la conversación con el mandatario fue "muy alentadora", y le dejó claro que tiene la determinación de elevar el crecimiento económico de México y reducir la desigualdad atroz entre los mexicanos.
Nadie puede decir que la señora Lagarde sea una perita en dulce o que tenga ideas izquierdistas; más bien su desempeño ha sido muy conservador y proclive a proteger el interés de los grandes inversionistas, obligando a varios países a tomar medidas drásticas que significan un deterioro del nivel de vida de sus poblaciones. Los créditos otorgados a Argentina tienen a la nación gaucha en un tris de la guerra civil y las movilizaciones populares no han cedido un ápice en sus posturas.
Otros de los temas que trató la directora del FMI con López Obrador tienen que ver con la expansión de los procesos de bancarización popular y la inversión de los fondos de pensión, en lo que puede haber alguna coincidencia; pero, que el gobierno de México habrá de examinar con lupa y obrar con suma prudencia y cautela, porque el que con leche se quema hasta al jocoque le sopla. Sin duda, México tiene rumbo y capitán.
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