Editoriales

Al que madruga, Dios lo ayuda

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 18 ENERO 2018
  • COMPARTIR
Al que madruga, Dios lo ayuda

Anta la posibilidad, cada vez más real, de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decida la salida de su país del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, el Banco de Canadá elevó ayer su tasa de interés en un cuarto de punto porcentual para ubicarla en 1.25, en medio de alentadoras perspectivas económicas derivadas de la disciplina con que se han manejado las finanzas de ese país del norte.

Al hacer al anuncio, que ya era esperado, el gobernador del banco, Stephen Poloz, dejó entrever su preocupación por la incertidumbre sobre el futuro del tratado, aunque fue claro al señalar que las perspectivas económicas resultan halagüeñas para este año y el próximo, por la conducción adecuada de las políticas económicas, que en el 2015 llevaron a reducir de las tasas de interés de referencia para estimular la exportación.

En rueda de prensa, manifestó Poloz que resulta muy difícil estimar el impacto real que tendría el abandono del tratado de libre comercio por parte de Estados Unidos; pero, estimó que sería altamente negativo tanto para Canadá como para el país vecino, por lo que, ya se están tomando medidas a efecto de que su comercio internacional se vea favorecido con niveles de precios competitivos en los mercados internacionales.

Otra de las alternativas que ha propuesto el banquero, son el mejoramiento de los ingresos de la población, a fin de estimular el consumo interno, de hecho, ya en la provincia de Ontario se han elevado los salarios de los trabajadores, sin que se tengan informes de que se haya elevado a inflación o de que la economía haya entrado en un periodo de ebullición, como temían algunos de los economistas más conservadores.

En el documento de 21 cuartillas en el que el gobernador del Banco de Canadá explica las razones que tuvo para este tercer aumento de las tasas de interés, que, en realidad siguen siendo las más bajas de los tres países signatarios del acuerdo de libre comercio, explica que el crecimiento de la economía se calcula en un 2.2 por ciento, que es, también el más alto de los socios, en tanto que la inflación se mantiene baja.

Quizá el lado flaco de la decisión de elevar las tasas de interés un .25 por ciento sea el alto nivel de endeudamiento de los canadienses, tanto en lo particular como en lo público, lo que podría significar que el aumento de las tasas afectará a la economía de una manera mucho más drástica que sus competidores, dañando principalmente a los negocios de bienes raíces y la industria de la construcción que son fuertes soportes.

Pero, para paliar ese afecto, el mismo Banco de Canadá informa del crecimiento casi ininterrumpido de las tasas de empleo y del mejoramiento de los salarios en términos generales, lo que permitirá mantener una dinámica de consumo interno mientras que industriales y comerciantes aplican sus propias estrategias para suplir los mercados que puedan perderse con la aplicación de aranceles y la competencia abierta próxima.

La apuesta que hacen los canadienses es que sin el Tratado de Libre Comercio de la América del Norte, los productos norteamericanos serán más caros para la región y para el mundo entero, lo que reducirá sus niveles de comercio exterior, abriendo la oportunidad para otros productores, entre ellos los mismos canadienses que podrían mejorar sus posiciones con la aplicación de tecnologías avanzadas, de las que no carecen y precios altamente competitivos, Inclusive, podrían seguir sus negocios con México, al margen de los Estados Unidos.

Falta que en México también se tomen medidas similares y, en lugar de lamentarse y de seguir elevando las tasas de interés, que no sólo son las más altas del grupo sino que las superan con más de 300 por ciento, se opte por mejorar la capacidad de compra de las mayoría a efecto de estimular el consumo interno en lugar de promover la acumulación estéril de la riqueza.


Continúa leyendo otros autores

DEJA TU COMENTARIO