Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

Víctima del pantano de arenas movedizas

Borracho, empedernido

Hace un poco más de tres décadas me desempeñaba en el cargo de director de noticias y eventos especiales de un grupo de radio en varias entidades del país con sede en la ciudad de Chihuahua y era mi responsabilidad atender artistas políticos y personas que ocuparán un espacio de interés para gentil  auditorio entre ellos los Alcohólicos Anónimos que iban a la radio a dar el mensaje de vida de prevención información y orientación una vez cada semana y entre saludo y plática me daban el mensaje entre broma y broma,  me platicaban de la enfermedad del alcoholismo de los amargos estragos a los que se enfrentaron alcohólico y que por supuesto que tenía un serio problema por mi manera de beber y uno de ellos me dejó en el escritorio una tarjetita titulada -  El testamento de un alcohólico y no me percaté Ni quise darme por aludido ni enterado de dicho recado a pesar de que yo me emborrachaba todos los días de lunes a domingo y que la hora laboral la cerraba de lunes a viernes a las 2 de la tarde mientras que los fines de semana eran propios para las carnes asadas y la convivencia con amigos igual de borrachos que yo ya si esta enfermedad me alcanzó y me hizo trizas al grado tal de robarme el sano juicio,  me volví loco y tuve que vivir mis propias consecuencias,  el alcohol y las drogas me robaron mi familia.  Mi trabajo, dignidad,  dinero salud e imagen más aún.  Lo perdí todo y aun así me resistía a aceptar que tenía un serio problema por mi manera de beber y de drogarme,  tuve que pagar las crudas y severas consecuencias en todos los sentidos.

Víctima del pantano de arenas movedizas

Testamento de un alcohólico

Dejo a la sociedad un carácter detestable, un ejemplo funesto y una memoria odiosa. Dejo a los autores de mis días un dolor qué no sé cómo podrán aceptar en su vejez. Dejo a mis hermanos toda la vergüenza y el sentimiento que les causé con mi manera de vivir. Dejo a mi esposa(o) un corazón quebrantado y una vida de miseria e ignorancia. Dejo a cada uno de mis hijos pobreza e ignorancia, embrutecimiento y el triste recuerdo de que su padre (madre) murió víctima de la embriaguez. Para esas fechas, yo sufría la cruda realidad a consecuencia de mi enfermedad, tenía una pésima relación de pareja a punto de tronar, ausencia de padre con mis hijos, serios problemas de salud, anémico, desnutrido, deprimido y por supuesto híper neurótico, con daños drásticos a mi economía, el dinero se me iba como agua, perdí mi imagen como comunicador y como ejecutivo de la empresa, de alcohólico funcional, pase a ser un alcohólico disfuncional y con él tiempo, adquirí un cumulo de defectos de carácter, me llene de soberbia y patrones de conductas toxicas que no hablaban nada bien de mí y poco a poco, llegaron los fondos severos y crueles, ni aun así, comprendí, ni entendí la magnitud de mi enfermedad, tuve un concepto equivocado de los Alcohólicos Anónimos, llegué a pensar, que era un grupo de teporohos donde te enseñaban a tomar,. Negado hasta las cachas....- Así me fue,

Alcohólico y drogadicto

Prácticamente me volví loco, me convertí en un farmacodependiente, suministrándome, mañana, tarde y noche morfina sintética, consumiendo pastillas antidepresivas a lo loco, vodka, tequila y cerveza todo el santo día, perdí el sano juicio, secuestrado por mis delirios de persecución, auditivos y visuales, genere que me querían matar, queme mi casa cuatro veces y destroce todo, buscando pruebas que confirmaran que mi mujer me engañaba, luego, todas las supuestas pruebas, así como su ropa íntima, de vestir, zapatos, abrigos, chamarras bolsas, les prendía fuego en el jardín o la chimenea, tengo un artículo que se titula 060, puedes buscarlo como de adicto a adicto, 0 60 en Google, ahí describo, el infierno del que te estoy hablando y del que nadie sale, ni se salva por obra y gracia del Espíritu Santo, es una decisión personal, en esta vida, o se es o no se es.-