Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
Sal del infierno de las drogas, salva tu vida I
¿Por qué recae el recaído?
La respuesta inmediata pudiera ser muy simple y es porque nunca se levantó, no quiso, no pudo con esta enfermedad perra, maldita enfermedad perversa del alma, he visto caer a personas con 25 años, menos o más, no importa que se han reventado, me ha tocado ver morir a infinidad de adictos de congestión alcohólica y de sobredosis, he visto la muerte causada por cirrosis hepática y conozco a muchos más, muertos en vida, atrapados sin salida, muchos más, víctimas de la borrachera seca, secuestrados por su pensamiento alcohólico, que es psicótico, patológico, obsesivo, recurrente t el adicto, no quiere romper con los viejos moldes, no tiene fuerza de voluntad para derrotarse ante el alcohol y las drogas, más las conductas toxicas y prefiere hundieres cada vez más en el pantano de las arenas movedizas, incursiona en lo que genera drásticamente esta enfermedad que son fondos y sus muy severas consecuencias, al final de esta carrera diabólica, te haces adicto a sufrir y a hacer sufrir.
Una terrible enfermedad compleja e incomprendida
El enfermo no acepta, ni se derrota ante la magnitud de la enfermedad, no basta con tapar la botella o dejar de consumir las sustancias toxicas, es mucho más complejo, estas es una enfermedad mental por los pensamientos obsesivos que genera trastornos de angustia, preocupación, malestar e insatisfacción, es física debido a que la ansiedad pide sustancia, el cuerpo exige sustancia, tiene que ver con las emociones, el enfermo desborda en ira, resentimientos, reclamos, angustias, miedos, culpas, emocionalmente no conoce el equilibrio ni la paz interna, tiene que ver con su autoestima baja, se considera un tipo que no vale, un cero a la izquierda, busca la aprobación de los demás, no tiene vida propia, no sabe cerrar círculos, es un mar de quejas y lamentaciones, le echa la culpa a todo el mundo, no quiere ver si realidad, ni trabajar en ella, por ello se fuga en las sustancias y las conductas toxicas, entrando a un profundo laberinto, profundo y negro que no puede salir, se encadena a la conmiseración, es adicto es hacerse la víctima, cuando en verdad, él es el victimario, así se le va la juventud y se hace un viejo mediocre, bueno para nada, no hay que olvidar, que el enfermo emocional, sea cual sea, alcohólico, drogadicto, ludópata, farmacodependiente, codependiente o cual quiera otra característica, tiene una inteligencia diferente, no superior, pero sí muy distinta a lo que se pudiera decir, " gente normal" Gracias por leerme y más por escribirme.- ernestosalayandia@gmail.com 614 2 56 85 20 https://www.youtube.com/watch?v=opsXSLA1ZzI gracias por compartir.-