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¡Que fregados estamos!
Persiste el clima de violencia por nuestra querida Reynosa, que, no obstante que el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR anunció desde la "mañanera" del lunes que la Fiscalía General de la Republica le iba a entrar a la investigación de esos hechos, es fecha que no aparecen rondines ni de soldados, marinos o de la Guardia Nacional, la que se supones creó para afrontar los asuntos paletosas por la circunstancia de que las policías locales no están preparadas para este tipo de incidentes, nomás que aquí en Reynosa los que se andan fajando son los de la policía estatal y eso la ciudadanía lo reconoce.
Pero definitivamente urge ya frenen esta ola de violencia con tintes terroristas que desde el pasado sábado en forma interminable hemos venido padeciendo, de ahí que a prender veladoras para rogar se recupere la precaria tranquilidad con que transcurre la vida en nuestra querida Reynosa.
Mientras tanto circulan toda clase de rumores, lo mismo por las mesas de café que de cantinas, al igual que por redes sociales que en reuniones particulares.
No hago eco de las que he escuchado o leído para no echarle más leña a la hoguera por lo que recomiendo a mis lectores no convertirse en propalador de noticias falsas que a lo único que contribuyen es, primero a la confusión y segundo a retardar la acción del Ministerio Público, que como lo saben mis lectores, el del fuero común ya le entrego al MP federal todo lo que han investigado, que como no dicen que, entra la suspicacia y siembra la duda de que haya avanzado la investigación.
Y ya los reynosenses directamente, porque ya se dieron cuenta que no hay quien los defienda o hable por ellos, exigen que lo que ha venido sucediendo en Reynosa no quede en la impunidad.
Con declaraciones de algunas autoridades, muy, pero muy fuera de foco, solo motivan burlas y algo peor: desaliento ciudadano al ver que no hay quien dé pie con bola.
Mientras tanto el presidente López Obrador, en su conferencia de prensa matutina dijo ayer que lo que pasa en Reynosa no debe verse como terrorismo porque si se le da ese tratamiento podríamos motivar a que países, como Estados Unidos, se inmiscuyan en nuestros asuntos. Al respecto, hay quienes piensan que, si la intervención de Estados Unidos sirve para atacar de raíz el problema de inseguridad y violencia, pues bienvenida esa intervención.
En calidad de mientras, la mayoría de los organismos empresariales ya exigen mayor atención de los tres niveles de gobierno para que retorne la paz y tranquilidad de nuestra querida Reynosa, la cual está rota, no del trágico sábado 19 de junio para acá, sino desde hace hace doce años. Y, encima de ello, elevándose el número de casos de infectados por el Covid, lo que ya comienza hacernos creer que muchos daños hemos causado en esta vida como para que estemos recibiendo tanto castigo.
Nomás que razonando las cosas, lo que hoy padecemos no es sentencia divina sino un flagelo por culpa de nosotros mismos que en su mayoría no saben a quién dar el voto de confianza en las elecciones, y ahí está el estado que siempre ha tenido Reynosa, que no solo tiene mal aspecto urbano sino también una estructura de servicios públicos deficientes que habrá que decirlo, esto no data de hace cinco años ni de diez sino que de décadas, las que remontándonos a la de los 60s. del siglo pasado, ahí comenzó a perderse la calidad de vida de los reynosenses.
Llegaron las primeras maquiladoras a inicios de los 70s, y con ello, el flujo de migrantes sin estar preparada la ciudad para proporcionar servicios a la nueva población.
Y las administraciones municipales de esa fecha a la actual nada hicieron por frenar el desarrollo urbano sin ton ni son, que todo hemos visto.
Se la pasaron administración tras administración echando la culpa al que se fue, pero como es negocio administrar Reynosa, muy suculento, por cierto, la pelea por el palacio municipal se tornó enconada desde la década de los 70s del siglo pasado, aunque los alcaldes de los 60s no curtieron malas baquetas, y de ahí que la constelación de reynosenses distinguidos que ocupan la galería fotográfica de alcaldes en el salón de cabildo de la presidencia municipal pasan desapercibidos. Hasta dan la impresión de que no quieren volteen a verlos, todo lo cual nos ha llevado a una ciudad atrasada no obstante que es la que más empleos produce en Tamaulipas y por lo mismo la que más impuestos le genera a las arcas estatales y federales, incluso a las municipales por medio del cobro de derecho de piso a los vendedores ambulantes y a todo tipo de actividad que se desarrolla por aquí.
Y lo digo porque ahora, hasta por una fiesta o reunión familiar le llegan los inspectores del Departamento de Espectáculos, dependiente de la Secretaría de Finanzas y Tesorería a querer cobrarle permiso por haber reunido a familiares o amigos. Y no se crea que esos permisos cuestan 100 o 200 pesos, son mucho más elevados.
De veras, basta ir a otras ciudades para darnos cuenta de los alcaldes chafas que hemos tenido.
Y no hay que salir de Tamaulipas, con una visita por Nuevo Laredo y no se diga por Tampico tenemos para regresar indignados y desmoralizados tan pronto vamos entrando a nuestra ciudad.
Y es que, oiga usted, cuando uno va a otras entidades, las ciudades presentan desarrollo y sobre todo en orden. En Veracruz, están ciudades como Jalapa, Orizaba, Córdoba y los poblados circunvecinos los cuales lucen rechinando limpio. Y en el vecino Nuevo León, el municipio modesto de Apodaca pone verde de envidia a los reynosenses para no incurrir en la tontería de compararnos con San Pedro Garza García. Y si le brincamos a Coahuila, Saltillo nos hace ver como una ciudad en desorden. Y síganle la ruta, lo mismo por San Luis Potosí que por Aguascalientes y ni para que voltear hacia Querétaro capital. De veras, que jodidos nos tienen y encima de ello, una violencia que demostró una vez más que los malandracos toman la ciudad en sus manos a la hora que ellos lo deciden.
Quisiera creer que con los trágicos episodios que estamos viviendo del sábado y hasta ayer van a sacudir conciencias entre quienes nos gobiernan de tal suerte que les orille a reflexionar que, si no pueden darnos seguridad, por lo menos nos proporcionen una ciudad con una estructura urbana a la altura de lo que es nuestra querida Reynosa. Y en una entrevista que le hicimos mi compañero y amigo HUGO REYNA y quien esto escribe, RODOLFO GONZÁLEZ VALDERRAMA, el director de Radio, Televisión y Cine del gobierno de la 4T, levantó la mano reconociendo con ello que si está buscando la candidatura de MORENA a gobernador de Tamaulipas.
Y refiriéndose al clima de violencia que se vive en la ciudad reveló que la manzana de la discordia es la aduana de Reynosa, que es por donde se importan grandes cantidades de gasolina que se producen en la refinería Deer Park, de Houston, Texas.
Y apuntó que para atacar el problema de fondo se requiere de la coordinación de los tres niveles de gobierno.
Y por hoy, BASTA.
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