Columnas > ALEJANDRO GOVEA TORRES
Persiste en culpar a otros
Con el argumento de que la violencia genera más violencia, el presidente López Obrador durante la conferencia matutina de ayer en Palacio Nacional se negó nuevamente a cambiar la estrategia de seguridad a pesar de los 121 mil 655 personas asesinadas en los tres años y medio de su gobierno, incluso se valió de la condolencia del Papa Francisco por el homicidio de los dos sacerdotes jesuitas en la sierra tarahumara de Chihuahua para reiterar que seguirá la política de "abrazos, no balazos".
Y como es su costumbre, López Obrador culpó otra vez a los gobiernos anteriores por el alto índice de criminalidad que hay en el país, pero además tuvo el descaro de decir que su gobierno va muy bien en materia de seguridad, cuya aseveración de inmediato causó revuelo entre representantes de organizaciones empresariales, quienes sufren de extorsiones en sus propios negocios.
También fue desmentida por varios jerarcas católicos, entre los que se encuentra el cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, quien condenó la estrategia de seguridad basada en "abrazos, no balazos".
Robles Ortega aclaró que acabar con los abrazos no significa retomar los balazos contra el crimen organizado sino detener a los delincuentes y llevarlos ante la ley por los crímenes que cometen en contra de la sociedad mexicana.
Incluso, el jerarca católico aseveró que: "El gobierno tiene que mandarles el mensaje de que no habrá más impunidad, porque ese mensaje de abrazos es un mensaje de impunidad".
Otros jerarcas católicos coincidieron en señalar que el discurso de odio que utiliza a diario López Obrador en sus conferencias matutinas no sólo incita a la violencia, sino también divide a la sociedad mexicana.
Y ahora que el tabasqueño se negó nuevamente a desechar la política de "abrazos, no balazos", de nada servirá la reciente convocatoria que hizo el coordinador de la fracción de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, para que se discuta una nueva estrategia que logre reducir la violencia y recuperar la paz social en nuestro país.
Seguramente los senadores y diputados federales de Morena no se atreverán a proponer reformas para desechar la política de "abrazos, no balazos", puesto que tienen miedo de que el tabasqueño se disguste a pesar de que en secreto reconocen el rotundo fracaso de esta estrategia.
En fin, resulta lamentable que López Obrador le eche la culpa a las administraciones pasadas de alto índice de criminalidad que hay en el país, cuando es de su entera responsabilidad que las organizaciones delictivas se hayan apropiado de diversas zonas del país, como sucede en la sierra tarahumara de Chihuahua, en donde el sicario José Noriel Portillo Gil, alias "El Chueco" ha aterrorizado a la población indefensa, como fue el caso de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salinas (QEPD).
En temas amables, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell Ramírez, anunció ayer que el lunes 27 se iniciará la vacunación de niñas y niños entre 5 y 11 años de edad para protegerlos contra el coronavirus.
El llamado "rockstar" de la 4° Transformación reveló que ayer llegó a México el primer embarque de vacunas en contra del coronavirus, compuesto por 804 mil dosis de la empresa farmacéutica Pfizer/BioNTech, procedente de los Estados Unidos, además indicó que hoy llegaría otro de un millón 200 mil dosis para garantizar que se inmunizarán a toda la población infantil.
Aclaró que la fase de vacunación será similar a la que se aplicó con los adultos mayores y adultos, es decir que se aplicará una dosis y posteriormente se aplicará otra, además del refuerzo para evitar que niñas y niños de entre 5 y 11 años de edad contraigan esta enfermedad.
Desde el año pasado cientos de padres de familia habían solicitado que se vacunarán a los menores de edad en contra del coronavirus, sin embargo, tanto el presidente López Obrador como el propio López Gatell Ramírez, se opusieron con el argumento de que no era necesario porque sus organismos tenían defensas.
Incluso, hay una demanda penal en contra de López Obrador precisamente porque un niño murió de coronavirus, cuyos padres solicitaron en reiteradas ocasiones que le aplicaran una vacuna, pero nunca fueron escuchados ni mucho menos tomados en cuenta por las autoridades del Sector Salud.
La vacunación para niñas y niños de entre 5 y 11 años en contra del coronavirus cayó como "anillo al dedo", como dijo López Obrador cuando se inició la pandemia del Covid-19 en nuestro país, puesto que se han multiplicado los contagios en las últimas semana, cuyo rebrote ha sido considerado como la "quinta ola" de esta enfermedad.
Por otra parte, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió ayer aplicar un incremento de 75 puntos base a la tasa de referencia o tasa de interés que pasó de 7% a 7.75% para tratar de frenar la galopante inflación que se registra en nuestro país.
La decisión fue tomada por unanimidad, ya que los 5 integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico, que preside Victoria Rodríguez Ceja, coincidieron en la necesidad de subir la tasa de referencia para encarecer el crédito bancario e impulsar la inversión en actividades productivas para la recuperación de la economía mexicana.
Ya se esperaba que Banxico subiera en 75 puntos base la tasa de interés, luego de que la Reserva Federal de los Estados Unidos lo hizo la semana pasada precisamente para buscar el control de la inflación en la unión americana.
El aumento de 75 puntos base ha sido el más alto desde que se instauró la tasa de referencia o tasa de interés para controlar la inflación en el 2008, según la versión de varios analistas financieros.
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