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Operación mochilas no es la solución
Del 1 de enero al 16 de octubre, 522 personas ingresaron a hospitales de la entidad en estado de intoxicación por sustancias psicotrópica
Del 1 de enero al 16 de octubre, 522 personas ingresaron a hospitales de la entidad en estado de intoxicación por sustancias psicotrópicas, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de Adicciones, mientras que 107 personas fallecieron por causas relacionadas con el uso de sustancias. De las 107 muertes, cuatro corresponden a personas de 15 a 24 años que murieron por sobredosis, mientras que 103 fallecieron por síndrome de dependencia al alcohol y otras sustancias. Esta cifra se mantiene a partir de 2020, con poco más de 100 decesos relacionados con el uso de drogas legales e ilegales. Además, el Sinave refiere que en los últimos tres años el promedio anual de ingresos a hospitales es de 500 pacientes, sin embargo muestra una tendencia al alza desde 2019, pues dicho año se registraron 498 ingresos, en 2020, 503, en 2021 hubo 512 y para 2022 van 522. Del total de ingresos a urgencias, el 66.7% presentó intoxicación aguda por alcohol, y de dicho porcentaje, la mitad (50%) utilizó otra sustancia psicotrópica, un 18% consumió dos sustancias más, y un 11% de tres a cuatro. En el resto se encontró sólo alcohol.
Todo lo que entra al cuerpo y altera el funcionamiento del Sistema Central Nervioso es droga, la gran mayoría de adictos despierta su ansiedad compulsiva con nicotina, fumando con frecuencia desde muy temprana edad, crece la adicción al lado de la cerveza, la cerveza es una droga, también escalonaría. El adicto brinca al siguiente escalón que es la marihuana, la compulsión lo orilla al consumo de clonacepanes, en esta carrera de inicio, están los inhalantes, el LSD,por supuesto las pastillas, heroína, cocaína y el paso mortal, que es el cristal, metanfetaminas, lo que le sigue, es el fentanillo, estos niños, ingresan a secundaria ya muy experimentados con las sustancias, predominando la marihuana y cuando aparece la oferta de pasteles o pays con hierba, no son nada despreciables, como tampoco lo son el comprar una pastilla de cristal o de fentanillo, son sobradas las razones para considerar que en estas intoxicaciones masivas en los planteles, los niños no fueron engañados, no los obligo nadie a sustanciarse, fue por decisión propia ante el antecedente de una adición real y palpable a la marihuana