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Ómicron: el fin de la pandemia, ¿cierto o falso?

  • Por: LAURIE ANN XIMÉNEZ-FYVIE
  • 01 MAYO 2022
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Ómicron: el fin de la pandemia, ¿cierto o falso?

La pandemia de covid-19 "no ha terminado" y "parece estar acomodándose el escenario para que se introduzca una nueva variante", sostiene la experta en microbiología Laurie Ann Ximénez-Fyvie en Las vidas que no contaron, libro que empieza a circular con el sello de Planeta y en el cual analiza críticamente la manera en que el gobierno de López Obrador ha gestionado la pandemia. En uno de sus capítulos –del que publicamos un fragmento–, la autora destruye varios mitos. Uno de ellos: que a medida que surgen nuevas variantes éstas se vuelven menos agresivas y nos perdonan la vida.

Este es el tema más candente en el debate del momento. Como acabo de señalar, ahora mismo nadie tiene una respuesta científica absoluta. Más allá de opiniones legas, esperanzas y buenos deseos, se puede argumentar con un sustento científico tanto para un lado como para el otro. Y, ya que no está asentada aún la última palabra sobre el tema, procedo a darles mi opinión profesional al respecto. Inicio diciendo que no creo que ómicron sea el fin de la pandemia, y a continuación explico por qué.

En México, hasta ahora hemos tenido cuatro olas de contagios. La primera, que duró 33 semanas y cobró 98 mil 11 vidas por covid-19 en cifras oficiales, inició en la semana epidemiológica (SE) siete de 2020 (del 16 al 22 de febrero) y terminó en la SE 23 del mismo año (del 27 de septiembre al 3 de octubre). Esta primera ola la causó el linaje Pango B; en particular, el B.1 del virus SARS-CoV-2, que fue el que se estableció y proliferó en el territorio nacional al inicio de la pandemia. Esta variedad genética de SARS-CoV-2 es la que se considera el virus ancestral en México. Para el inicio de la segunda ola, el linaje ancestral había sido desplazado y sustituido por las variantes B.1.1.519 y épsilon (B.1.427 /B.1.429). Esta segunda –y más mortal– ola de contagios, que duró 32 semanas y que terminó cobrando 136 mil 199 vidas por covid-19 –según cifras oficiales–, inició en la SE 40 de 2020 (del 4 al 10 de octubre), y concluyó en la SE 19 de 2021 (del 9 a 15 de mayo). En el pico de la segunda ola, la variante que predominaba era B.1.1.519, que algunos llegaron a llamar "variante mexicana". Durante el largo descenso de la segunda ola, las variantes B.l. l .519 y épsilon fueron desplazadas y sustituidas por la variante alfa, que fue la principal responsable de iniciar al aumento de contagios que llevó a la siguiente ola.

La tercera ola, que duró 31 semanas y cobró la vida de 66 mil 246 personas en cifras oficiales, inició en la SE 20 de 2021 (del 16 al 22 de mayo) y terminó en la SE 20 del mismo año (del 12 al 18 de diciembre). Como acabo de mencionar, esta penúltima ola inició por propagación predominante de la variante alfa, pero durante el ascenso otras dos variantes comenzaron a desplazarla; primero, la variante gama, que predominó durante varios meses, en particular en el sureste del país, y después por la variante delta, que ya predominaba en casi todo el territorio nacional durante el pico de la tercera ola, y adquirió una prevalencia cercana a 100% para cuando la ola comenzó a descender. 

Eso nos trae, finalmente, a la cuarta y última ola que hemos tenido hasta este momento durante la pandemia, la ola ómicron. Al cierre de este libro, la ola, inconclusa, había durado 10 semanas –inició en la SE 51 de 2021 (del 19 al 25 de diciembre)– y cobrado la vida de 18 mil 75 mexicanos por covid-19, en cifras oficiales. Esta ola, en todas sus partes, ha sido consecuencia de la propagación de la variante ómicron. Al inicio de la ola todavía estaba presente delta, pero para cuando llegó el pico de la ola, la variante ómicron tenía una prevalencia a nivel nacional cercana a 100%.

Sigamos entonces: ¿por qué me parece que ómicron no será el fin de la pandemia? En este momento, 67.6% de la población mexicana ha recibido por lo menos una dosis de vacuna; 62.6% tiene un esquema inicial completo; 5% una sola dosis, y 34.6% de los que recibieron un esquema inicial completo también había recibido una dosis de refuerzo. Si se amplía la cobertura de vacunación por arriba de 80% y la población continúa tratando de mitigar la propagación del virus con el uso de mascarillas, ventilación de espacios cerrados, evitando aglomeraciones, etcétera, se podría acelerar el final de la pandemia, sin duda, pero actualmente no ha terminado aún.

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