Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
Mujeres de hoy: alcohólicas, drogadictas II
¿Pero por qué se alcoholiza la mujer?
Simplemente por mediocre, por autoestima baja, porque tiene la enfermedad del alcoholismo en sus genes, igual por contaminación en su familia; la alcohólica, la drogadicta, está llena de pretextos, pretextos porque el novio le puso el cuerno o la mando a freír espárragos, porque está flaca, porque está gorda, porque nadie la quiere, porque no encuentra trabajo, o fracasó en un negocio, en fin, por tantos pretextos estériles, cuando la verdad de las cosas, se droga y se emborracha por su vacío espiritual, por las heridas del alma que no ha sanado ni trascendido, pierde la dignidad, porque es libertina, irresponsable y está enferma de sus emociones, llena de soberbia, de defectos de carácter y patrones de conducta, que en suma, muchas veces, la convierte en mujer fácil, acostándose con uno y con otro, revolcándose como cualquier prostituta, perdiendo su imagen, su dignidad, y lo más sagrado de la esencia de una mujer, su autoestima; problemas los tenemos todos y cuando surgen consecuencias, difícilmente te puedes controlar, no hay quien pueda manejar las emociones, cuando ya el alcohol y las drogas gobiernan tu vida, lo mejor es no beber, lo mejor es hacer a un lado la droga y cuidar las formas, hay mujeres que no pueden beber ni una gota de alcohol, ni una pizcachita de cocaína o cualquier otra droga, debido a que no va a poder detenerse.
Enfermedad del alcoholismo y drogadicción
Peor que cualquier enfermedad, desbastadora, cruel, sutil, triste, es una enfermedad mental, física, emocional, espiritual y de personalidad, es burlona, contagiosa, propia de gente mediocre; a mí en lo personal, el alcohol y las drogas, me robaron el sano juicio, me volví loco, caí en depresión, me invadieron unos celos enfermizos, una celotipia infernal, como se titula uno de mis libros, perdí como consecuencia, a mi familia, me corrieron de mi trabajo, me quedé sin dinero, perdí salud mental, física, emocional y espiritual, quedé en banca rota, sin dientes, todo flaco, los ojos amarillos, la piel color café cenizo, ojeroso, secuestrado por mi pensamiento alcohólico, obsesivo y nefasto; mi adicción se inició a los doce años, fue creciendo y creciendo, al final me empinaba una botella diaria de vodka, me chutaba de diez a quince pases de cocaína al día, me inyectaba tres miligramos de morfina en la noche, me fumaba hasta tres cajetillas diarias de cigarros, dormía de día y me drogaba de noche, vivía para drogarme y me drogaba para vivir, vivo de milagro, solo por la gracia de Dios.
Las nuevas ADICCIONES
¿Qué es una adicción?
Es una compulsión, reacción o acción que no puedes evitar, no puedes controlar el corto impulso, hay de adicciones a adicciones, en cierta manera todo el mundo, tenemos diferentes tipos de adiciones o dependencias, pero la mayoría de las personas, no acepta tener esta tendencia o reconocer que es un enfermo emocional, que ha sido en ese juego de la ansiedad, la compulsión, quiere decir, que el problema de alcohol y drogas, no es tan fuerte, en comparación con las emociones, como los patrones de conducta, los apegos y los defectos de carácter, hay, quienes sufren y no saben por qué, se sienten en el abismo, la soledad los atrapa, se hunden en depresión, no saben la causa ni el origen, una adicción, tiene que ver con las emociones y son, todas, progresivas, incurables, contagiosas, burlonas, crueles, de por vida, por supuesto que un adicto cambia en muchos sentidos, en otros se queda estacionado, haciendo las mismas cosas, esperando resultados diferentes, un adicto, por ejemplo, al juego, a los casinos, liga otras adicciones, en complemento como el alcohol, las drogas, la adicción a mentir, a justificarse, se hace adicto a la pereza, al conformismo, a defraudar a medio mundo, el robar, el defraudar es una adicción, que muchos tienen esta dificultad emocional envuelta en corrupción y ausencia de amor a México.