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El adicto: ¿Nacido para perder? II
Huellas profundas que no se borran
Los abusos sexuales, los daños que sufren los menores, difícilmente se borran y marcan de por vida a una persona, muchos adictos, fueron violados y sufrieron abusos sexuales, la gran mayoría de los hechos, se consumaron en sus propios hogares, por familiares cercanos, niñas que fueron abusadas por años por parte de sus abuelos enfermos, por sus padrastros, primos y hermanos, estás huellas profundas del alma moldearon su personalidad del adicto, lo hicieron inseguro, precoz, le despertaron su apetito sexual y sin duda alguna, el daño qué hay en estas víctimas, es un daño que moldea la personalidad de la persona y qué difícilmente logra trascender, muchos adictos, con esta característica, regresan la copa, es decir, de adultos se convierten en violadores, abusadores sexuales, encuentran en las conductas tóxicas y en las sustancias alivio como si fueran arrullo al alma, esa miseria espiritual, que los distinguen y que cargan de por vida, con pensamientos enfermos, perturbados y moldeados, es por consecuencia de por sus heridas profundas del alma, por ello la recomendación, es tener sumo cuidado con los hijos pequeños, evitar, que gente enferma, sexualmente hablando, les haga un daño, cuyas consecuencias serán irreversibles, muchas madres solteras invitan a novios a dormir con ellas y no se percatan del alto riesgo que corren sus hijos, en lo personal.- De niño, menor de 7 años, fui víctima de abusos sexuales-
Las costumbres, se hacen leyes
Muchos de los adictos, reciben un pésimo ejemplo de sus padres, que en la mayoría de los casos son alcohólicos y drogadictos, mantienen una cultura alcohólica y la cerveza, por ejemplo, en casa de un adicto, está presente en todo tipo de eventos sociales, incluso, los mismos funerales, siempre hay cerveza y licor de por medio, viendo los partidos de fútbol, eventos deportivos, en las carnes asadas, en las comidas del 10 de mayo o cumpleaños de algún miembro de la familia, la cerveza, el consumo en exceso, es un pésimo ejemplo, hay que recordar que la cerveza es una droga y alcohol es la droga que más muertes causa en el mundo y esos niños nacen y crecen viendo como sus padres y familiares se embrutecen bebiendo cerveza, mañana, tarde y noche, lógico es, que la primera oportunidad, la droga de inicio en muchos casos, es la cerveza, ligada con el cigarro y posteriormente la marihuana, cada adicto, tiene un origen diferente pero las características son comunes, por desgracia, la rehabilitación es muy limitada, no estamos preparados para rescatar a niños y jóvenes del abismo, de cada 10 internos de un centro de rehabilitación, sólo uno se recupera y estos seres humanos, adictos a diversas sustancias y conductas tóxicas, no logran encaminar su vida con libertad, los atrapan otras adicciones, tapan la botella y destapan los fármacos o drogas más fuertes, lo secuestran adicciones como el juego, el sexo, el gimnasio, se hacen adictos a robar, e incluso la pereza y la depresión, se confirma, entonces qué árbol que nace torcido jamás su tronco endereza, salvo sus honrosas excepciones.
En un hogar disfuncional no hay quien se salve
Hay de todo en la Viña del señor.- En una casa, con estas características siempre hay un drogadicto en el hogar, hay también, un maníaco depresivo, por supuesto, que no puede faltar a la mesa el neurótico empedernido, tampoco, el ludópata, adicto al juego, tampoco, se escapa el adicto al sexo y pornografía, adicto a los aparatos electrónicos, o víctimas de los trastornos alimenticios, bulimia, anorexia, obesidad, hay también adicciones, o adictos compulsivos a las mentiras, al fracaso, el chisme, adicciones a la conmiseración, igual, a las conductas tóxicas cuya lista es demasiado larga, el problema, no es sólo alcohol y drogas, los niños parecen que están sentenciados a sufrir los amargos estragos de una adicción, nacidos para perder, están sentenciados a fracasar en sus relaciones de parejas, y en todos los sentidos, viven, en una cárcel emocional de la cual difícilmente podrán salir, los machistas, hombres golpeadores de niños y mujeres, enfermos sexuales, autoritarios, controladores, agresivos, explosivos e inestables emocionalmente nacen y se hacen en un hogar disfuncional, muchos de ellos se refugian en las corporaciones policíacas, como elementos de servicio, cuando realidad de las cosas, son una verdadera bomba, qué tarde que temprano explota y daña a seres inocentes, más aún, abran de heredar, heridas, estas conductas nefastas a sus hijos y nietos y esta es la triste historia del cuento de terror, nunca acabara, así que sálvese quien pueda y quien esté libre de culpa que arroje la primera piedra. ernestosalayandia@gmail.com