Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
Muchas gracias, Nora Gutiérrez
El aprendizaje, nunca se acaba
Nosotros, mi mujer y yo, celebramos 29 años de casados, 30 de novios, nuestra relación gracias a Dios vive una de sus mejores épocas, tuvimos crisis y serios problemas, Nora nos ayudó a salir del bache, somos, el producto de juntas en grupos de ayuda, de la guía, el asesoramiento y apadrinamiento de infinidad de personas que en estos 30 años nos han guiado, no nos han dejado solos, somos, de la onda grupera, mi mujer es mi madrina, hemos crecido juntos en lo espiritual y en lo emocional, damos servicio y ayudamos a quien lo solicita, en lo personal, no juzgo un libro por su portada, no descalifico, ni digo no a lo que no conozco, mi enfermedad es compleja, no es un resfriado y debo de estar alerta para no recaer, sé que el cavernícola que vive dentro de mí, está dormido, sé que doña ansiedad, anda de vacaciones, pero ahí está la tentación de la enfermedad, debo de tener sumo cuidado con la soberbia espiritual y no creer que lo sé todo, sé que en la materia todos los días se aprende y el que enseña, aprende tres veces.