Melhem: el reto de sostener al PRI

"Haiga sido como haiga sido", la realidad que enfrenta el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es desastrosa, a pesar de que en la elección del 2021 este organismo político dio señales de que, como "Lázaro", se levantó y caminó, contra todo pronóstico.

Un hombre, ÉDGAR MELHEM SALINAS, hasta el momento, es de los pocos que no ha perdido la fe, en el PRI, a pesar de que algunas decisiones tomadas por el Comité Ejecutivo Nacional —quedó evidenciado—, no fueron muy acertadas.

Bien dicen que "el hubiera no existe", pero sin duda esos 133 mil votos obtenidos en junio del 2021, pudieron convertirse en 200 mil un año después, es decir para junio pasado, si "hubieran" competido solos.

Vale la pena recordar que la debacle del PRI, en la entidad, inició aquel lunes 28 de junio del 2010, el día en que RODOLFO TORRE CANTÚ, a la sazón candidato a la gubernatura, fue ejecutado a la salida a Soto la Marina, en la Capital.

Aunque el PRI retuvo la gubernatura y colocó a EGIDIO, hermano del finado RODOLFO, como candidato, lo cierto es que EGIDIO, como Gobernador, fue el "peor enemigo" del partido que lo encumbró, dicho por miles de priistas a toro pasado.

En el 2016, la crisis se agudizó con la dolorosa derrota por la gubernatura, llevando de candidato a BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, quien dejó al garete los más de medio millón de votos que obtuvo el PRI esa vez.

La derrota generó un éxodo a otros organismos, pero también la "contratación" de cuadros por parte, en ese tiempo, del gobierno naciente, que encabezaba FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.

Durante el sexenio de EGIDIO y posterior a él, líderes fueron y vinieron en el PRI, pero no fue sino hasta la llegada de ÉDGAR MELHEM SALINAS, que el PRI empezó a recuperar su mística, su compromiso y se empezó a "levantar", hasta que la alianza "Va por Tamaulipas", le arrebató parte de su estructura.

No se debe perder de vista, porque la realidad allí está, que una estructura sin dinero o posiciones no sólo se debilita, sino que tiende a desaparecer por falta de "nutrientes".

De manera que el PRI empezó a sufrir una "sequía presupuestal", una fuga de cuadros y un "ayuno" de institucionalidad, que hoy, agosto del 2022, el panorama es desalentador, a pesar de la fe que le tiene al partido MELHEM SALINAS.

El mayor reto que enfrentará el líder en Tamaulipas del PRI, es que la reducida fuerza electoral que tiene, ya no decaiga, es decir que "haya tocado fondo", porque entonces el único camino que le queda será subir sería hacia arriba.

Sólo que, como ya lo dije, la realidad está allí y la llegada del nuevo Gobierno, de la mano de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, así como la necesidad de aumentar la estructura en el PAN, de la mano de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, podría generar —todavía más— un debilitamiento para el tricolor, por mucho ímpetu que le imprima MELHEM para mantener al partido a flote.

Ya se sabe que la cúpula del PAN aprovechó la alianza con el PRI, a través de "Va por Tamaulipas", para "comprar" parte de la estructura tricolor; por eso las cuentas no salen entre los 133 mil votos del 2021 y los 64 mil de este 2022.

De manera que la cúpula del PAN ya sabe dónde está el "maná tricolor" del que podría echar mano de cara al 2024, independientemente si cuaja o no la alianza con el PRI; pero también en Morena saben lo mismo... ¡Ay nanita!

Pero si lo anterior fuera poco, el Gobierno de la Transformación que llegaría este uno de octubre, podría iniciar "contrataciones" de cuadros para que esos 731 mil votos se mantengan y, de ser posible, se aumenten hacia el 2024.

No hay que perder de vista que el pasado martes, en el Congreso Estatal de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, lo que más llamó la atención fue la falta de 31 líderes de los 39 comités municipales que existen.

Con esa ausencia de líderes, el llamado "voto verde", el voto clientelar y cautivo del otrora partidazo, lo ha perdido, en un momento en que el PRI lo necesita más.

No se puede pasar por alto que el campo ya no recibe aquellos jugosos apoyos que los gobiernos emanados del PRI entregaban, de manera que al no haber "compromiso" no hay respuesta y por tanto se pierde la fortaleza del voto verde que por mucho tiempo definía elecciones.

Ahora tanto el Movimiento de Regeneración Nacional, como el Partido Acción Nacional, seguirán, suave y gradualmente, succionando cuadros al PRI, a pesar del esfuerzo de ÉDGAR MELHEM SALINAS por mantener vivo a su partido, aunque sea dándole respiración boca a boca.

Lo más lamentable de esta realidad, es que MELHEM siempre se opuso a una alianza, pero fue una orden recibida de ALEJANDRO "Alito" MORENO CÁRDENAS, que lo obligó, bajo el apartado de institucionalidad, a descomponer sus planes de crecimiento gradual.

Lo más cínico es que quienes "dinamitaron" a MELHEM SALINAS, para "debilitarlo" y exhibirlo, buscando acelerar la conformación de la alianza "Va por Tamaulipas", ahora andan con el currículo en mano buscando un espacio en el Gobierno de la Transformación, mientras que otros cuadros que se dicen priistas, desde el 2018 están cobrando por hacer negocios con Morena, dejándole a MELHEM la labor de, otra vez, levantar al partido... ¡Qué cosas...! Pendientes...

GRACIAS, nos leemos hasta mañana

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