Columnas

Las carpas teatrales de Río Bravo

  • Por: IGNACIO BECERRIL CANDANOZA
  • 22 DICIEMBRE 2017
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Las carpas teatrales de Río Bravo

Hoy viene a mi memoria que allá por la década de los años 50´s en el pueblo habían pocos pasatiempos, gozábamos de uno que otro establecimiento para pasar el rato. Una diversión en aquellos años, consistía en la visita regular de caravanas de variedades que solían traer todo tipo de novedades y ocurrencias como artistas, cómicos, ventrílocuos, magos, cantantes, y unas hermosas vedettes.

Las carpas venían de Monterrey, principalmente, se instalaban en un terreno aledaño a la escuela ejidal hoy (Plaza B. Juárez), llegaban aquellas personas insólitas, extrañas y extravagantes. De sus vehículos, salían bocinas que anunciaban la llegada del "Espectáculo más Impresionante del Mundo" invitando a hombres, mujeres y niños a visitar –por unos cuantos centavos-.

La carpa era de barrio, pero para toda clase de público. Los personajes eran gente del pueblo, con el lenguaje del pueblo, parodiando generalmente a los políticos. Una de las novedades, es que los asistentes podían ver y escuchar en la carpa, a las estrellas de la radio y del cine, las estrellas principales era Mirto el Atómico y Fufurufo.

La carpa convertía los sueños de los naturales y paisanos en realidad. Lo lograba una simple y sencilla edificación rústica de lona, de mástiles y travesaños de madera, decorada en telas de colores, también los deslumbrantes vestidos chillantes, que lanzaban destellos de luz en la pedrería utilitaria. Malabaristas, cantantes, payasos, actores, músicos... Artistas comunes que asombraban y sorprendían a un público ansioso, anhelante de escapar del letargo y la monotonía.

La orquesta, integrada por unos cuantos músicos, era indispensable, ya que le daba un toque de alegría al espectáculo acompañando los números musicales que, se presentaban en las más grandes y famosas capitales del mundo.

Al inicio de la tarde iniciaba el espectáculo, que duraba hasta la media noche y dividido en turnos llamados tandas; la primera tanda era la dedicada a los niños, la segunda a los adolescentes, la tercera a las familias y la estelar, la última, únicamente a los adultos, donde desfilaban las estrellas de la carpa; cómicos con chispa y talento, donde representaban a político, al ricacho, al catrín que enfrentado al personaje del pueblo, era derrotado siempre en el escenario. 

La carpa era la catarsis de la Vox populi representada en los actores y cómicos ingeniosos y hábiles para contestar las ocurrencias del respetable, generalmente con albures, donde se hacía un intercambio de ocurrencias, de chispa, de imaginación, que se convertían finalmente en graciosos chistes, inundando de risas y carcajadas aquellas carpas. La función se aderezaba finalmente con la presentación de bellas y exóticas vedettes ataviadas en vaporosas indumentarias, que se convertían en diminutas prendas que, apenas dejaban algo a la imaginación y se convertían en chiflidos y piropos de toda clase y todo estilo entre el respetable masculino.

Es por eso y más que hoy recordamos Las Carpas Teatrales que existieron en los años 50´s y 60´s.

¡Muchas gracias por hacer juntos Un Viaje al Pasado, hasta la próxima!


 



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