Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
Las fuerzas destructivas de tu propia vida
Muchos de los alcohólicos en recuperación y personas en general andan mal y de malas, los carcome la envidia, no permiten el éxito de otros, son severos críticos, chismosos, intrigosos, levanta falsos, sabiondos de todo opinan, en todo se meten, ven la espiga en el ojo ajeno, pero no ven la viga en el propio
Yo lo viví.- Muchos de los alcohólicos en recuperación y personas en general andan mal y de malas, los carcome la envidia, no permiten el éxito de otros, son severos críticos, chismosos, intrigosos, levanta falsos, sabiondos de todo opinan, en todo se meten, ven la espiga en el ojo ajeno, pero no ven la viga en el propio; son los que siembran de cizaña, destilan venenos, les encanta desprestigiar, hablar mal cobardemente a espaldas de alguien, manejando mentiras como si fueran verdades; son hipócritas, aparentan ser lo que no son, por supuesto, son farol de la calle y obscuridad de sus casas. Tipos, tipas negativos, mal nacidos son los que contaminan la atmosfera emocional negativa, no están satisfechos con nada, se hacen pasar por víctimas, cuando en verdad ellos, ellas, son los victimarios, no tienen paciencia, ni decencia, mucho menos respeto.El nivel de neurosis los hace ´mecha corta´, explosivos, agresivos; por desgracia estos patrones de conducta son palpables en gente perfeccionista, narcisistas, metiches que no tienen paz interna.La envidia, que es un puro veneno del alma, no les permite la humildad ni la paz interna, son los que van a misa a criticar, a darle vuelo a la lujuria; por ello se gestan las fuerzas emocionales destructivas en infinidad de lugares: ´el que siembra vientos, cosecha tempestades´, ´el que mal obra, mal acaba´; no hay una liberación emocional, ni crecimiento espiritual para este tipo de seres amargados, frustrados y resentidos con la vida, que ellos mismos se han trazado; por ello, recuerda siempre, una sonrisa por dentro y otra por fuera.