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Genética y hogares disfuncionales: fábrica de adictos

La apatía escolar  

Yo tengo una bola de cristal,  donde veo el presente y el futuro de un niño,   veo mi bola de cristal, veo a un niño irreverente, rebelde, perezoso, mentiroso, conformista, prendido del celular, los video juegos, es mitómano, berrichudo, mecha corta, explosivo, aislado, triste. desorganizado un niño que no es capaz de recoger su recámara,  ni levantar la toalla después de bañarse un niño con zapatos sucios con su recámara totalmente desorganizada como si fuera un campo de batalla un niño lleno de conductas tóxicas berrinchudo neurótico egocéntrico soberbio hipócrita un niño sin hábitos sin horarios,  sin compromiso sin fe,  con una autoestima baja y una manera de pensar cuadrada,  todo torpe y mediocre, por ello,  cuando el cigarrito llega a sus manos,  cada fumada es como si fuera arrullo el alma,  calma su nivel de ansiedad del cigarro pasara a la marihuana y tendrá armonía, relax  momentáneo de fumar marihuana en la azotea o  un terreno baldío,  luego al pasar el tiempo fumar en su recámara,  en el baño y de un churrito, de ahí  pasara a consumir hasta siete u ocho churros, de la marihuana el siguiente paso es el cristal esta droga finalmente habrá por exterminar su vida,  comenzando por el severo daño a sus órganos vista y  cerebro en ese lapso el drogadicto tocará fondo como la cárcel,  accidentes de tránsito internamientos en hospitales y problemas familiares constantes todo esto los padres pudieron haberlo evitado todo ello, si estuvieran capacitados respecto a esta cruel enfermedad la que yo llamo La Saliva del Diablo,  pero definitivamente hay que pagar las consecuencias,  un drogadicto en casa te sacará canas verdes.-  Así que cuando te inviten a una plática de adicciones a un curso sobre alcoholismo o te sugieran algún libro,  O te digan que hay una reunión de padres de familia en tu escuela.  no vayas,  no hagas nada, lo que viene en tu vida para ti y para tu hijo será desastroso infierno. 

Genética y hogares disfuncionales: fábrica de adictos