Cadenas destructivas, contaminación familiar I

La desinformación es parte del gran problema

Esta enfermedad, la mía, La Saliva del Diablo, no es solo alcohol y drogas, es una enfermedad perversa del alma, compleja, cruel, contagiosa, burlona, sutil, devastadora, perra, muy perra,  es una enfermedad genética, hereditaria, progresiva, incurable, burlona,  mortal, es física, emocional, cruel,  ligada a la personalidad, sin duda tiene que ver con la ruina espiritual del enfermo y de su familia, que en muchos casos, está más enferma la familia,  que el mismo adicto. El sábado pasado tuve la oportunidad de dar mi mensaje de información, reflexión, orientación y concientización respecto a mi enfermedad y a todas sus características, el público como siempre, se mostró sumamente interesado en este tipo de temas, veo los rostros de impacto cuando narro los amargos estragos que dejó en mi la compulsión por el alcohol y las drogas, siento los puentes de compresión, con la miradas de asombro, sé que transmiten dolor, frustración, impotencia. Mucha desinformación. me queda muy claro, que no hay peor ciego que el que no quiere ver, hay una expresión genuina de preocupación, ya sea de prevención, de hacer algo para que sus hijos no caigan en las garras de La Saliva del Diablo, hay en otros, la angustia, la búsqueda de soluciones para rescatar a un ser querido de este infierno y están ahí, porque desean orientación e información y eso habla bien de ellos, habla del primer paso de AA,  que es aceptar la realidad y en la medida de que se conoce el problema, te acercas a las soluciones, así de sencillo, pero la ignorancia, la negación, son parte de las características de un alcohólico drogadicto, y más en la familia, hay quien pide ayuda con urgencia, rogándole a Dios, no encontrarla.- A mí me hablan muchas personas y la mayoría, me dice,.-  Urge. - Yo sé que no es así, la gente anda buscando una solución exprés, rogando no encontrarla, un tanto mágica e instantánea. - Solo Dios.

Cadenas destructivas, contaminación familiar I