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¿Está el Canciller de ‘florero’?
Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador no tomó en cuenta a Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a fin de escribir el comunicado oficial para responder a la resolución del Parlamento Europeo que solicitó proteger a periodistas y defensores de derechos humanos en nuestro país, se puede preguntar: ¿Está el canciller de “florero”?
No es la primera vez en que López Obrador incurre en un exabrupto que deja muy mal parada a la diplomacia mexicana, como sucedió cuando puso “en pausa” la relación con España porque los contratos de las empresas ibéricas que tienen inversiones por 72 mil millones dólares en nuestro país.
El político tabasqueño también tuvo fricciones con el gobierno del presidente Joe Biden, cuando lo acusó de financiar campañas en su contra luego de las denuncias por corrupción en la administración federal presentadas por la organización “Mexicanos Primero”, sin embargo, una semana antes había solicitado el apoyo económico estadounidense para poner en marcha los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en naciones como Guatemala, Honduras y El Salvador.
Antes se cometió una descortesía con el recién nombrado embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, puesto que se le instaló en una grada colocada afuera del Palacio Nacional durante la ceremonia del 211 aniversario del inicio de la lucha de Independencia.
El embajador estadounidense escuchó el discurso del presidente López Obrador en el que convocó al gobierno del presidente Joe Biden a terminar con el bloqueo que se mantiene en contra de Cuba, desde hace más de 60 años.
Asimismo, mientras que presidentes y primeros ministros condenaron la represión que sufrió la oposición en Nicaragua luego de denunciar el descarado fraude electoral cometido para que Daniel Ortega Saavedra se religiera por cuarta ocasión, el tabasqueño dijo que México que respetaba la decisión soberana del pueblo nicaragüense.
De igual forma, el exabrupto que tuvo con la canciller Erika Mouynes, quien en forma diplomática dio entender que la designación de Pedro Salmerón Sanjinés como embajador de México en Panamá no sería aceptada, puesto que el escritor e historiador fue acusado por cometer acoso sexual en nuestro país.
El presidente López Obrador reaccionó en forma iracunda y soez en contra de la canciller panameña, incluso se atrevió a mentir cuando dijo que tenía información veraz de que Erika Mouynes había actuado sin el consentimiento del presidente Laurentino Cortizo, sin dejar de mencionar que calificó como “la santa inquisición” por negar el beneplácito a favor de Salmerón Sanjinés.
El colmo de la descortesía diplomática fue cuando López Obrador anunció que designaría a senadora María Jesús Rodríguez Ramírez, mejor conocida como Jesusa Rodríguez en lugar de Salmerón Sanjinés, cuya osadía propicio que el presidente panameño Cortizo le exigiera respeto y seriedad.
Recientemente, el presidente López Obrador no condenó la guerra de Rusia en contra de Croacia porque México ejerce la política de no injerencia, pero luego de las atrocidades cometidas por orden de Bladimir Putin en contra de civiles, como el artero ataque a un hospital de mujeres embarazadas y de niños, dio instrucciones de suspender acuerdos comerciales.
Hasta el momento, el tabasqueño no se ha atrevido a condenar la invasión de Rusia a Croacia, como si temiera que Putin tomé represalias cuando la relación económica y comercial es insignificante en comparación con el intercambio que se tiene con Estados Unidos.
En contraste, el presidente de Chile, Gabriel Boric Font dio una muestra de la izquierda democrática, progresista y de vanguardia cuando no invitó a su toma de posesión a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua por representar a la izquierda autoritaria, dogmática y represora.
Es por eso, que se fortalece la versión de que el canciller Ebrard Casaubón se ha convertido en un auténtico “florero”, ya que sólo sirve de decoración y no actúa para frenar el desastre que se vive en el servicio diplomático desde la llegada del gobierno de López Obrador.
Incluso, se creyó que Ebrard Casaubón renunciaría como titular de la SRE después del soez comunicado que escribió López Obrador en contra del Parlamento Europeo, pero resulta que acompañó al presidente López Obrador a la gira de supervisión de la construcción de la presa “Peñitas” que se encuentra ubicada en el cauce del Río Grijalva, en Chiapas.
También estuvo presente el embajador Ken Salazar para tratar de dar la imagen que no hay ningún problema diplomático, sin embargo, todo parece indicar que como nunca se ha deteriorado el servicio exterior mexicano.