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El caos del Metro entre disputas de Sheinbaum y el sindicato
Prácticamente desde el inicio del siglo pasado, la organización colectiva de trabajadores del Metro de la Ciudad de México comenzó a adquirir poder y fuerza en los espacios de trabajo. En el caso del Metro de la Ciudad de México la operación diaria depende en gran medida del sindicato. El mantenimiento preventivo y en especial correctivo de igual forma. Durante mucho tiempo el sindicato reciclaba piezas viejas para rearmar vagones o elementos de la infraestructura.
Quien define las prioridades de los temas presupuestarios del sistema es justamente la junta general del Metro, así que ahí confluyen muchas visiones divergentes de distintas autoridades, incluyendo la representación del sindicato: los temas de horarios, guardias, turnos, priorización de mantenimiento etc. De la habilidad o la incapacidad de llegar a acuerdos transparentes entre la Dirección General Administrativa y el sindicato.
De 2016 a 2018 el presupuesto anual destinado al Metro mantuvo una tendencia de crecimiento. Pasó de 15 mil 849 millones de pesos a 17 mil 548 millones. Luego, cuando le tocó al actual gobierno de la ciudad asignar el presupuesto, no se incrementó un solo peso hasta el 2021. En 2022 se incrementó a 18 mil millones. ¿Entonces, por qué sucede una tragedia? Es aquí donde cobra relevancia la mancuerna entre el sindicato y la Dirección General administrativa del Metro. ¿A dónde se destinan esos recursos? A esto, hay que sumar la administración financiera de los boletos que los usuarios pagan a diario, ya que ese boletaje no es como tal un impuesto.
Otra perspectiva para revisar en dónde están las fallas es entender que en el centro de operaciones del Metro hay autoridades operativas (justamente de la Subdirección que dejó el cargo por los sucesos de la Línea 3). Pero la operación en ese centro está en manos del personal del sindicato, en su mayoría. Cuando Claudia Sheinbaum habla de sabotaje en el Metro, ¿se refiere al sindicato?
Contrario a ello, el líder sindical del Metro sostuvo en entrevista que los 19 mil millones presupuestados para 2023 no son suficientes porque prácticamente todo el presupuesto está comprometido. Pareciera que la reparación y mantenimiento de la infraestructura dependen del sindicato, pero a la vez no hay presupuesto, entonces ¿la víctima es el sindicato y el sabotaje viene desde la administración del gobierno de la ciudad?
Lo cierto es que la infraestructura del Metro, con o sin sabotaje no ha recibido el mantenimiento adecuado. Apenas este año se puso en marcha la renovación de la Línea 1. Pero el mantenimiento del Metro y el presupuesto millonario seguirá siendo insuficiente mientras el sindicato y la Dirección General tengan conflictos de facultades indiferenciadas. La presencia de la Guardia Nacional es una acción desmedida contra la desconfianza en el sindicato por parte del gobierno. Y las reacciones que se deriven de ella podrían ser igualmente desproporcionadas.
Twitter: @MaiteAzuela