Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

El adicto nace y se hace en su hogar disfuncional

Para quien no lo sabe o pretende ignorar, afirmo, que estos severos daños en un niño, educado con la nana electrónica, quiero recordar, que las heridas profundas del alma son esos severos daños

Para quien no lo sabe o pretende ignorar, afirmó, que  estos severos daños en un niño, educado con la nana electrónica,  quiero recordar,  que las heridas profundas del alma son esos severos daños que dejan huella en los sentimientos y en los pensamientos de un Infante,  tales como el maltrato,  las injusticias,  el abandono,  el rechazo, la traición,  el hostigamiento,  por supuesto,  los golpes y los daños sexuales, abusos que ofenden su dignidad e integridad,  entre muchas más heridas,  que por desgracia,  se gestan en la niñez de cualquier persona y que estas heridas,  durante toda la vida,  no logran ser borradas,  ni trascender el dolor que han causado y así como estos padres,  fueron educados con golpes,  insultos,  humillaciones,  hostigamientos y represión,  es así cómo educan a sus criaturas y cuando ellos,  estos niños caen en ese infierno de las drogas,  me preguntan-               ¿ Pero por qué mi hijo se hizo marihuano Ernesto si mi esposo ni yo fumamos marihuana ?-Me dicen - Tal vez fue la influencia de la televisión verdad,  o las malas amistades del vecindario,  pero jamás,  me dicen yo le di un pésimo ejemplo a esa criatura y le provoque severos daños a su alma

Los abusos sexuales,  los daños que sufren los menores,   difícilmente se borran y marcan de por vida a una persona,  muchos adictos,  fueron violados y sufrieron abusos sexuales,  la gran mayoría de los hechos,  se consumaron en sus propios hogares, por familiares cercanos,  niñas que fueron abusadas por años por parte de sus abuelos enfermos, por  sus padrastros,  primos y hermanos, estas huellas profundas del alma moldearon su personalidad del adicto,  lo hicieron inseguro,  precoz,  le despertaron su apetito sexual y sin duda alguna, el daño qué hay en estas víctimas, es un daño que moldea la personalidad de la persona y qué difícilmente logra trascender,  muchos adictos,  con esta característica,  regresan  la copa,  es decir,  de adultos se convierten en violadores,  abusadores sexuales,  encuentran  en las conductas tóxicas y en las sustancias alivio  como si fueran arrullo al alma,  esa miseria espiritual,  que los distinguen y  que cargan de por vida,  con pensamientos enfermos,  perturbados y moldeados, es por consecuencia de  por sus heridas profundas del alma,  por ello la recomendación, es   tener sumo cuidado con los hijos pequeños,  evitar,  que gente enferma,  sexualmente hablando,  les haga un daño,  cuyas consecuencias serán irreversibles, muchas madres solteras invitan a novios a dormir con ellas y no se percatan del alto riesgo que corren sus hijos, en lo personal. De niño, menor de 7 años,   fui víctima de abusos sexuales-

El adicto nace y se hace en su hogar disfuncional