Reducen jueces sentencias a feminicidas del Edomex

CIUDAD DE MÉXICO.-Cuando Lidia Florencio y Magdalena Velarde creyeron alcanzar la justicia, jueces del Estado de México redujeron casi 30 años las sentencias de los feminicidas de sus hijas.

 Son dos casos representativos y de alarma de lo que está ocurriendo en el Estado de México y podrían no ser los únicos.

Lucha Vulnerable... sola otra vez.

Así describe Magdalena Velarde lo que sintió tras enterarse de la reducción de sentencia de 43 años nueve meses de prisión a 69 para Led, el feminicida de su hija Fernanda.

Su hija Fernanda vivió tres años de violencia por parte de su pareja y de la familia de él.

Cuando ella tenía sólo 15 años y él 19, supieron que estaba embarazada. Para que él no tuviera repercusiones legales, en 2011 se casaron.

Las agresiones escalaron y en enero de 2014 la mató en Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Ayudado por una tía que era agente del Ministerio Público, recuerda Magdalena, él intentó hacer pasar el crimen por un suicidio.

Los familiares de Fernanda tuvieron que luchar cuatro años para que reclasificaran el delito como feminicidio.

Durante el proceso, dos hermanos de Fernanda fueron privados de la libertad, torturados y asesinados. Magdalena está segura de que los homicidios de sus dos hijos están relacionados con las amenazas de muerte que han recibido por parte de la familia de Led. Querían buscar justicia por la muerte de su hermana... y a ambos les quitaron la vida.

En agosto de 2022, un juez sentenció a Led a 69 años de prisión por feminicidio y aborto provocado. En octubre del mismo año, sin embargo, un tribunal de alzada consideró que los padres de la joven no eran víctimas directas y que la muerte del hijo en gestación -de 16 semanas- no era agravante, por lo que redujo la sentencia a 43 años.

"Es un mensaje de que las autoridades apapachan a los asesinos, minimizan el asesinato de mi hija, como que dicen ella ya está muerta ya no tiene ningún derecho, tampoco tiene derecho el bebé que esperaba y mucho menos el niño que quedó, el hijo de mi hija Fernanda", señaló.

El caso Diana 

La reducción de sentencia para el feminicida de Fernanda no es la única.

Lidia Florencio experimentó la misma sensación de impotencia cuando se enteró que al asesino de su hija Diana pasó de 93 a 62 años de pena, también por decisión de un tribunal de alzada, tras resolver una apelación.

El argumento del juez fue que el Ministerio Público no había enfatizado que Diana estaba embarazada al hacer las manifestaciones relacionadas a la acusación, lo cual no fue así, pues desde el planteamiento y en la presentación de pruebas se hizo énfasis en su condición.

Y de nuevo, a litigar.

La defensa de la familia de Diana interpuso un amparo resaltando las violaciones al debido proceso y una visión carente de perspectiva de género. Actualmente están a la espera de que el tribunal de alzada rectifique y les informe sobre una nueva sentencia.

Diana salió de su casa en julio de 2017 en Chimalhuacán. De acuerdo con las investigaciones, Jesús Alejandro -quien manejaba un mototaxi- se bajó junto con un pasajero que llevaba para agredirla al verla transitar.

El pasajero le dijo que se divirtieran con ella y la habría violado, pero él decidió matarla para evitar que los denunciara.

Lidia tuvo que luchar por justicia tres años, otros dos para conseguir una sentencia... y aún le sigue pendiente la captura del otro responsable, además de que se enfrentó a un proceso plagado de negligencias que casi le arrebatan la posibilidad de resolver el caso.

"Es una burla para nosotros porque fueron años de estar buscando esa justicia, no hay día de descanso para las madres y las autoridades siguen protegiendo más los derechos de los asesinos", reprochó la madre.

"Él tuvo la oportunidad de apelar la sentencia, mi hija no tiene oportunidad de vivir".

Repeticiones

Ximena Ugarte, abogada del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia -que representa a Magdalena Velarde- consideró que ambos casos son representativos y se vuelven una señal de alerta de lo que está ocurriendo en el Estado de México con los tribunales de alzada y sus decisiones sobre feminicidios.

Lo más grave, lamentó la defensora, es que podrían no ser los únicos.

"Causa graves afectaciones a las familias de las víctimas porque hay una expectativa desde el principio y se basa en un principio de legalidad (que es una sentencia)", dijo.

Gadiel Alcaraz Gil, activista y abogado defensor de Lidia, considera infundados los argumentos que han dado.

"Es un criterio sin justificación (...) de un plumazo le quitó 30 años", señaló.

Señaló que, como representantes de deudos de feminicidios, se han topado con la reducción en tribunales de alzada y lo atribuye a que sus jueces no cuentan con la experiencia necesaria, porque pasaron de ser funcionarios del Gobierno estatal a juzgadores por decisiones políticas.

"Me preocupo, porque ya no nada más es un caso, porque están buscando esas acciones jurídicas los feminicidas o los abogados para seguir evadiendo esa justicia, nos queda ese pendiente de que sí puedan salir un día de la cárcel", dijo Lidia Florencio.

• "Nosotras siempre estamos contemplando esa terrible posibilidad por eso no quitamos ese interés de decir que se le regrese la sentencia que le había dado el juez (de primera instancia), agregó.