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Entre la espada y la pared

Cristaliza las preocupaciones de los votantes, entre ellos una parte de los partidarios de Joe Biden, de que ninguno de los dos es apto para dirigir al país

Jocardo Ralston, un estudiante de doctorado, reacciona al ver por televisión el debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump, en Tillie´s Lounge.Entre la espada y la pared

WASHINGTON, DC 

Luego del debate presidencial de esta semana en Estados Unidos, la sensación es que muchos de los votantes se encuentran entre la espada y la pared.

Aparte del considerable y exaltado universo de partidarios de Donald Trump, el debate cristalizó, de repente, las preocupaciones de muchos estadounidenses, entre ellos una parte de los partidarios del presidente Joe Biden, de que ninguno de los dos candidatos es apto para dirigir la nación.

Previo al primer debate de la campaña para las elecciones presidenciales, los votantes se enfrentaban a la elección entre dos candidatos sorprendentemente impopulares. Vieron entonces cómo Trump contaba una sarta de falsedades con agudeza, vigor y convicción, al tiempo que Biden se esforzaba enormemente por conseguir puntos de debate e incluso por armas frases. Esto aumentó las dudas sobre la idoneidad del presidente demócrata, de 81 años, para seguir en el cargo cuatro años más.

Ahora, las opciones son aún más desalentadoras para muchos demócratas, votantes indecisos y republicanos antiTrump. Muchos de ellos terminaron muy conflictuados luego de ver el debate.

El viernes, a las puertas de un supermercado de la cadena Whole Foods en el centro de Denver, Matthew Toellner, demócrata registrado, inclinó la cabeza hacia un lado con la boca abierta, imitando a su candidato favorito, Biden, a quien se vio hacer eso a veces en la pantalla dividida cuando Trump hablaba el jueves por la noche.

"Voy a votar por Biden", dijo Toellner, de 49 años, apoyado en el revestimiento de madera de la tienda de comestibles. "En realidad, puede que no".

Unos minutos después, Toellner miró a la calle y se lo volvió a pensar. "Voy a votar por Biden, creo que sería un tonto si no lo hiciera, pero odio tener que hacerlo".

Su exhorto a Biden y a los demócratas: "Por favor, retírese, consigan a alguien elegible". En la banca de un parque  de Detroit, Arabia Simeon se sentía políticamente desamparada tras haber votado por los demócratas en las dos últimas elecciones presidenciales.

"Da la sensación de que estamos condenados, pase lo que pase", lamentó.

El desprecio de Trump por los hechos impregnó sus argumentos, aunque rara vez se le cuestionaron los detalles durante el debate. Sobre el aborto, por ejemplo, uno de los temas que más ha dividido a Estados Unidos durante generaciones, el expresidente republicano afirmó que existe un acuerdo universal en que los estados deben decidir sobre su legalidad. Hay feroces discusiones al respecto.

Pero, ¿importa eso? La reacción del público, en docenas de entrevistas por todo el país, recordó la valoración que hizo Bill Clinton tras su presidencia sobre lo que quieren los votantes en tiempos difíciles: "Cuando la población se siente insegura, prefiere a alguien fuerte y equivocado que débil y correcto".

El debate descolocó a Simeon igual que a Toellner.

Esta joven de 27 años, propietaria de una empresa de Detroit, llegó a la noche del debate decidiendo entre Biden y un candidato independiente, el más prominente de los cuales es Robert F. Kennedy Jr. Ahora se inclina por Biden.

"Creo que ha confirmado la sensación que tenía de que estas elecciones van a ser muy agitadas, y para mí ya no se trata de elegir el menor de los males", dijo desde un banco del parque durante una pausa en el trabajo. "Es más bien que ambos candidatos no me parecen opciones viables".

Simeon dijo que como persona negra y queer, "es realmente desalentador saber que no importa lo lejos que lleguemos como país, todavía vamos a tener un restablecimiento de fábrica cuando se trata del presidente y tenemos que elegir entre dos hombres blancos".

En gran medida, los legisladores demócratas de Washington y los responsables del partido en todo Estados Unidos cerraron filas en torno a Biden a pesar del pánico que se apoderó de muchos de ellos por su desempeño en el debate. Pero sus comentarios fueron comedidos, pareciendo dejar una apertura en caso que Biden tomara la extraordinaria decisión de permitir que los demócratas encuentren otro candidato.

"Es decisión del presidente Biden lo que quiera hacercon su vida", dijo Sharif Street, presidente del Partido Demócrata de Pensilvania y senador estatal. Hasta ahora, ha decidido que es nuestro candidato, y yo estoy con él".

Sin duda, muchos partidarios de Biden no vieron nada que les desanimara, por mucho que tendieran a pensar que había metido la pata.

"Es preocupante", comentó Jocardo Ralston, de Filadelfia, sobre el turno de Biden en el escenario. Sin embargo, Ralston dijo: "No estoy en conflicto ni siento que estoy eligiendo el menor de dos males... Biden no es la opción ideal para muchos, pero es la única opción para mí, sin remordimientos ni vacilaciones".

El estudiante de tercer año de doctorado en la Universidad de Pensilvania, cuyo trabajo se centra en las experiencias de los chicos negros y latinos queer en las aulas de educación especial, vio el debate en un bar de Cincinnati mientras visitaba la ciudad. "Todo el trabajo que hago y todo por lo que lucho está en oposición directa a Trump, sus valores y sus políticas", señaló.

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