Condena por tráfico ilegal de inmigrantes en Texas
El detenido permanecerá en una prisión federal mientras le llega la sentencia
CORPUS CHRISTI, Texas.- Un hombre de 48 años, de Jonesboro, Arkansas, ha sido condenado por transportar ilegalmente a cuatro inmigrantes indocumentados, anunció el fiscal federal, Nicholas J. Ganjei.
El jurado deliberó en menos de 30 minutos después de un juicio que duró menos de dos días antes de encontrar a Noel Mercado culpable de dos cargos de tráfico de
inmigrantes. La noche del 5 de enero, Mercado se dirigió al puesto de control de la Patrulla Fronteriza de Falfurrias en una camioneta Ford F350. Tras la alerta de un perro policía sobre el vehículo, las autoridades lo remitieron para una inspección más exhaustiva.
Una radiografía reveló al menos dos personas en los pasos de rueda del camión, atornilladas dentro de compartimentos modificados. Las autoridades también descubrieron a otras dos personas en el tanque auxiliar de combustible, debajo de la caja del camión.
Los cuatro eran inmigrantes ilegales de los países de Honduras, El Salvador y Guatemala, sin autorización para permanecer en los Estados Unidos.
En el juicio, Mercado alegó haber viajado al Valle del Río Grande para intercambiar tarjetas de béisbol y otros objetos de colección. Declaró no tener ni idea de que alguno de los cuatro individuos estuviera oculto en la camioneta que conducía. El jurado no creyó sus afirmaciones y lo declaró culpable de los cargos.
"A medida que el Departamento toma medidas enérgicas contra el tráfico de personas y la inmigración ilegal, podemos esperar que los traficantes se vuelvan más desesperados y, por lo tanto, más creativos", dijo Ganjei. "Quiero agradecer al jurado por su servicio".
El juez federal de distrito David S. Morales presidió el juicio y fijó la sentencia para el 11 de junio, momento en el que Mercado enfrenta hasta cinco años de prisión federal por cada cargo de condena, así como una posible multa máxima de 250.000 dólares.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza llevó a cabo la investigación. Los fiscales federales adjuntos John Lamont y Ashley Pruitt llevaron el caso.