Impacto negativo en revisiones del CBP
La ralentización del tráfico comercial en los puentes desde El Paso hasta Brownsville provocada por el DPS ahuyentará también al turismo binacional
Brownsville, Texas
Los puentes internacionales, desde Brownsville a El Paso empezaron a resentir las consecuencias de las extremadas revisiones a los vehículos comerciales y privados que ingresan a los Estados Unidos a través de las fronteras de Texas y México.
Además, los jóvenes conductores que viajan con su familia, son bajados de sus autos y llevados a las oficinas de las aduanas y allí los dejan hasta por más de una hora, sin que las autoridades expliquen los motivos de esa extraña medida.
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Un joven, quien iba con su madre a la ciudad de McAllen, manteniendo en reserva su identidad, indicó que solamente el fue trasladado a las oficinas, mientras que su madre permanecía en el auto angustiada por no saber que pasaba con ese tipo de medidas.
La directiva del gobernador Greg Abbott, que ordenó al Departamento de Seguridad Pública (DPS) de Texas revisar vehículos comerciales que ingresan a Estados Unidos en busca de indocumentados, tendrá un efecto negativo en el comercio y la industria transfronteriza, señalaron expertos.
Lo anterior debido a la ralentización del tráfico comercial en los puentes internacionales desde El Paso hasta Brownsville. El viernes por la tarde, la espera para cruzar a El Paso en vehículo comercial era de tres horas, según datos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). En Laredo tardaban cinco horas y en Pharr, cuatro.
Los vehículos comerciales que intentan ingresar a los Estados Unidos para entregar productos de México se han detenido durante horas en los puertos de entrada de Texas luego de la directiva de Abbott, dada a conocer el miércoles.
“Esto continúa agregando interrupciones a nuestra cadena de suministro”, dijo Ermilo Richer, propietario de una empresa de logística de 100 años en Laredo, quien dijo en entrevista con The Texas Tribune que sus camiones tardaban entre cuatro y cinco horas en cruzar desde México. “Es algo que no necesitamos en este momento”.
La orden de Abbott es parte de su impulso para reforzar la seguridad en la frontera Sur del estado, ya que la administración Biden en Washington, D.C., planea poner fin a una orden de salud de emergencia de la era de la pandemia que había permitido a los funcionarios federales rechazar a los inmigrantes, incluso a los que buscaban asilo.
Las revisiones rigurosas al transporte de carga y autos particulares, en busca de migrantes indocumentados, hace más lento el cruce en los puentes.
IMPACTO NEGATIVO
Como resultado, los economistas creen que esta orden podría “ralentizar drásticamente” el tráfico a través de la frontera y como resultado, un impacto potencial en la economía que depende del comercio con México.
Tom Fullerton, economista y catedrático de la Universidad de Texas en El Paso, dijo que la situación podría afectar el comercio binacional debido a que, la ralentización de los cruces causaría que miles de turistas y compradores dejen de cruzar la frontera, otra vez, señala El Diario de El Paso, en su edición digital.
“Aparte de los problemas legales y éticos que ya se han debatido en diversas oficinas, filas más alargadas en los puertos de entrada a Texas y Nuevo México “representan una política comercial particularmente mala”, dijo Fullerton.
LOS COMPRADORES DEJARÁN DE CRUZAR
“Un gran número de clientes norteños, que anteriormente eran muy fieles a empresas aquí en la región, se acostumbraron a no visitar a Estados Unidos mientras las restricciones al tráfico no esencial estaban vigentes. Un porcentaje de aquellos clientes empezaron a volver a esta región después de la cancelación de las restricciones en noviembre pasado”, añadió.
Agregó que, muy posiblemente, los compradores se vean en la necesidad de dejar de cruzar la frontera y, nuevamente, hacer compras en línea como lo fue durante el cierre de los puentes debido a la pandemia del Covid-19.
“Filas más largas en apoyo de enviar a otros estados a los latinoamericanos que buscan asilo político incentivará a algunos de esos clientes a pensar que no vale la pena cruzar la frontera para ir de compras en empresas que les otorgan la bienvenida”, añadió el economista.