Nueva avalancha migrante de EU
Fueron alrededor de mil migrantes en su mayoría venezolanos quienes se aventuraron a cruzar de manera ilegal
"Tengo miedo papi", exclamaba un menor entre llanto al llegar a la orilla del río Bravo junto a su padre quienes se aventaron al agua para cruzar de manera ilegal a los Estados Unidos durante el día de ayer cuando de nueva cuenta se presentó un movimiento masivo de esta comunidad.
Fueron alrededor de mil migrantes en su mayoría venezolanos quienes se aventuraron a cruzar de manera ilegal del caudal, subiendo entre las barricadas de alambre de púas que colocaron las autoridades del vecino país.
A bordo de un colchón inflable y otros prácticamente caminando, es que como estas personas de diferentes nacionalidades iniciaron a cruzar poco a poco hacia los Estados Unidos de manera ilegal, mientras que del otro lado los observaba la Guardia Nacional los veía como iban subiendo poco a poco.
Aprovechando que en una de las áreas del lado americano había poco alambre de púas, es como alrededor de 500 personas aprovecharon y se subieron rápidamente, al percatarse de esto las autoridades, llamaron a más refuerzos para que trajeran más alambre.
Al poco tiempo llegaron más elemento de la Guardia Nacional en camionetas particulares e iniciaron a bajar el alambre e iniciarlo a instalar, sin embargo, no fue impedimento para que los migrantes levantaran los mismos y cruzaran.
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En tanto del lado mexicano cada vez llegaban más personas dispuestas a cruzar, familias enteras, niños, niñas, jóvenes, adultos mayores buscaban cruzar de manera ilegal con la finalidad de buscar una mejor oportunidad de vida allá.
Héctor de origen venezolano, llegó con toda su familia, seis integrantes quienes se aventaron al agua para cruzar el río y buscar una mejor vida.
"Tengo seis meses intentando obtener una cita por el sistema que nos dijeron y no hemos podido, ya no queremos seguir viviendo así, con temor, con necesidades, queremos ir a una mejor vida y no hay otra más que cruzar de esta manera", dijo.
Mientras tanto cada vez llegaban más personas y familias completas, con niños en brazos, algunos llorando, otros contentos, todos con el mismo objetivo, de cruzar al otro lado de la frontera en busca del sueño americano.
Niños llorando, asustados por tener que cruzar el río de esta manera se pudo observar.