Falta de lluvias provoca escasez de agua y alimento; no hay pastizales

Por lo menos un diez por ciento del hato ganadero, además de especies caprinas y ovinas, ha muerto por la escasez de lluvias o desaparecido ante la falta de pastizales que sirvan como alimento en el campo de Tamaulipas.

Y aunque los productores están haciendo su lucha para que sobreviva el hato ganadero, arrimando pacas, pencas de nopal y otros alimentos que hagan que subsistan, sigue haciendo falta el respaldo por el Gobierno de la República, expresó Francisco Quintanilla Sosa.

El Subsecretario de Agricultura, en la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), confirmó que hay productores que han incurrido en ventas de pánico, malbaratando los animales en aras de recuperar parte de lo que pudiera decirse, se va a perder si no se comercializa.

“Es importante que el Gobierno federal voltee a estados productores como Tamaulipas, porque es imposible que la administración estatal resuelva todo, la situación que se vive en el estado es grave y se necesita destinar alguna clase de programas de apoyo para quienes viven de esa actividad”, aseveró.

Dijo que aun cuando el Gobierno del Estado planteara a la Federación la necesidad de que se envíe algún apoyo a los productores que enfrentan una situación similar como la del estado, dado que la sequía impera en la mayor parte del país, tendría que ser evaluado por el Presidente de México.

“Se tiene que ver la disponibilidad de recursos en el presupuesto para de esa forma estar en condiciones de apoyar con algún programa a zonas afectadas como el caso de Tamaulipas”, estableció Quintanilla Sosa.

La crisis es evidente

Sin tapujos, aseguró que no hay comida en el campo y sólo la que arrima el productor a los animales, tomándose en cuenta que zonas donde comúnmente llovía la mayor parte del año, en lo que va del 2022 no ha caído ni una gota de agua.

Y es que, si bien en la zona sur hay partes con pastizales verdes, hay otras que viniendo del altiplano hacia la Capital del Estado se encuentran secas.

• Ante la falta de agua y alimento, confirmó la muerte de ganado ovino y caprino.