Investigan grietas de 3 km en Tula
Lugareños temen que la tierra se trague sus viviendas, al surgir socavones luego de las lluvias
La Secretaría de Obras Públicas del Estado envió a un grupo de geólogos al municipio de Tula para investigar las causas del por qué se formaron grietas de tres kilómetros durante las lluvias torrenciales de Alberto.
El titular de la dependencia, Pedro Cepeda Anaya, informó que se levantará un dictamen para determinar las posibles causas del por qué se partió la tierra en esa zona, aunque se prevé que sea por la sequía prolongada de casi una década de ausencia de lluvias.
Las grietas aparecieron el domingo en el municipio de Tula, en las inmediaciones de las comunidades El Carmen, ejidos Emilio Vázquez Gómez y San Juan, provocando temor entre los pobladores por el riesgo de que la tierra se coma sus viviendas.
Los enormes surcos se extendieron hasta la carretera que conecta estos ejidos con la cabecera del municipio de Tula, corriendo el riesgo de que las familias que habitan esos sectores queden incomunicadas.
Andan unos geólogos, precisamente, realizando unas verificaciones. El miércoles voy a tener el dictamen técnico de los biólogos, aunque se prevé que sea por la sequía que causó daños en la tierra: Es por la sequía muy prolongada, fue la sequía.
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Explicó que el nombre técnico de esas grietas es socavón, los cuales aparecieron por las lluvias intempestivas de la tormenta tropical "Alberto" y las lluvias provocadas por una zona de baja presión en el Golfo de México que ingresó a Tamaulipas el domingo pasado.
Eso provoca escurrimientos de agua muy fuertes y al estar la tierra débil por la sequía excepcional, se generen esas grietas en la tierra. "Los geólogos van a identificar todas las que hubo. No son fallas geológicas, son por la sequía prolongada", insistió.
Este tipo de grietas se pueden generar por la sequía, causando fisuras en el terreno, aunque hay habitantes de la zona que señalan que es por la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
En las fotografías difundidas por los habitantes de esas comunidades ejidales se observa que las grietas llegaron a escasos metros de las viviendas, por lo que temen que sus casas sean tragadas por la tierra, perdiendo así el patrimonio que han logrado durante años.