Celebran Bicentenario del Natalicio de Juan N. Cortina
Entre 1842 y 1846 fue parte de una facción secreta de grandes rancheros mexicanos que se resistieron al intento de la República de Texas de anexionarse su región meridional
Camargo, Tam.
En el marco del Bicentenario del Natalicio de Juan Nepomuceno Cortina Goseascoechea, se llevó a cabo la instalación de una placa conmemorativa en su memoria, en una de las paredes de la casa donde nació el 16 de mayo de 1824, en la hoy zona Centro de Camargo, por parte de autoridades municipales a través del Museo de Camargo.
Hijo de Trinidad Cortina y Estéfana Goseascoechea, su madre, hija de José Manuel de Goseascoechea, español y María Francisca Xaviera de la Garza de la Garza, nieta de Blas María de la Garza Falcón, una familia ganadera acomodada. Este personaje, más conocido como Juan Cortina o por sus sobrenombres Cheno Cortina o el "Robin Hood" de Río Grande, fue un ranchero, político, líder militar, forajido y héroe popular.
Cuando tenía tres años, su familia se trasladó al valle del Río Grande, ya que su madre había heredado grandes extensiones de tierra en Brownsville, Texas y Matamoros, Tamaulipas. Es famoso por dirigir una fuerza mexicana de forajidos y soldados irregulares que mantuvo una guerra de guerrillas, primero, contra la República de Texas, y luego contra los Estados Unidos y los Estados Confederados de América, mejor conocidas como las "Guerras de Cortina".
Entre 1842 y 1846 fue parte de una facción secreta de grandes rancheros mexicanos que se resistieron al intento de la República de Texas de anexionarse su región meridional. Durante la intervención estadounidense en México, de 1846 a 1848, fue nombrado oficial del Ejército Mexicano en su lucha contra el General Zachary Taylor. Es más recordado por organizar la Primera y Segunda Guerra de Cortina, normalmente conocidas como Incidentes de Cortina en 1859 a 1861, contra Estados Unidos, incluyendo el estado de Texas y sus Texas Rangers y milicia local en Brownsville, Texas, y contra el ejército regular americano en la zona del río Grande. Su odio por Texas lo hizo, incluso, alistarse en el Ejército de la Unión en la Guerra Civil estadounidense y a dirigir un ejército de la Unión en el sur de este estado.
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Tras la guerra, Cortina fue perdonado por el gobierno de la Reconstrucción, y aunque siguió actuando como un notorio ladrón de ganado y virulento antitexano, de forma efectiva su poder se disolvió dentro de la estructura de posguerra de Texas. Figuró, también, de forma importante en la guerra contra los Habsburgo y los franceses en México, pero luego estuvo con numerosas intrigas durante la última parte del siglo XIX y fue encarcelado; se le concedió permanecer bajo arraigo domiciliario. Su muerte ocurre en su casa en Atzcapotzalco, México, el 30 de octubre de 1894.