Tiempos globales

El espacio más peleado de la UNAM

Los alumnos que ingresaron a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a partir de 1999 no conocen por dentro el Auditorio Justo Sierra -también llamado "Che" Guevara-.
  • Por: Tanía Romero
  • 09 / Octubre / 2016 -
  • COMPARTIR
El espacio más peleado de la UNAM

Saben que es motivo de controversia, han escuchado a distintos rectores pronunciarse acerca de él, pero no saben para que sirve o servía. 

Ubicado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), este auditorio pasó de ser sede de la Orquesta Filarmónica de la Máxima Casa de Estudios, a punto de encuentro de profesores y alumnos durante el movimiento estudiantil de 1968, a parada obligada de importantes escritores.

Tuvo butacas, camerinos, taquilla e infraestructura para proyecciones de cine y funciones de teatro.

Hoy, sólo hay gradas, un deterioro evidente del espacio, algunas luces tiradas en el suelo y la nostalgia de quienes lo conocieron antes de que fuera tomado por estudiantes e integrantes de colectivos, quienes ahora lo llaman "Espacio autónomo de trabajo autogestivo, Okupache".

Ahí, los "okupas" imparten talleres, operan una cocina vegetariana y convocan a reuniones de trabajo en pro de "la lucha por la justicia social". 

"Podrán sembrarnos droga, pero nunca nos sembrarán miedo", dice un documento en su página web en el que responsabilizan a la ex Policía Federal Preventiva de las malas condiciones del inmueble.

Ese cuerpo policiaco intervino en Ciudad Universitaria (CU) en febrero del 2000 tras la huelga estudiantil que se había extendido por 10 meses. El único espacio que quedó bajo dominio del Consejo General de Huelga (CGH) fue el auditorio, o al menos la mayor parte de él, pues una zona permanece bajo resguardo del Colegio de Literatura Dramática y Teatro.

"Es como una tercera parte del auditorio. Ahora lo llamamos aula-teatro Justo Sierra, tiene unas bancas móviles, con capacidad para unos 100 espectadores; los 'okupas' se quedaron con lo que era la gradería", explica Óscar Armando García Gutiérrez, coordinador del Colegio.

 Una cortina de acústica que se había diseñado para separar el auditorio de la gradería y el proscenio (parte del escenario), con el fin de hacer dos eventos simultáneos, quedó abajo y es lo que separa las partes.

Incómoda vecindad

Para García Gutiérrez ha sido muy difícil la labor académica desde la parte que mantienen del auditorio, debido al ruido y olor a mariguana.

"Cuando hay clases se escucha el ruido del otro lado. Todo el humo habido y por haber fumable, cuanta yerba te puedas imaginar, pasa a nuestros salones. Es molesto. Desde las 9:00 de la mañana ya huele a mota, hasta las 9:00 de la noche", acusa el académico.

"Ha habido conatos de incendio del otro lado, que nos ha pasado el humo y, sobre todo, algo muy concreto: son 16 años de un edificio que no ha tenido un sólo mantenimiento, es un espacio que prácticamente se ha abandonado".

Actualmente, los "okupas" afirman realizar ahí trabajo autogestivo, reuniones y actividades culturales, como clases de idiomas, de baile o dibujo, abiertas a cualquier persona, no sólo de la UNAM.

Sin embargo, quienes están a favor de la liberación del espacio señalan que lo usan para hacer fiestas y albergar a comerciantes y personas ajenas a la comunidad universitaria.

A decir de García Gutiérrez, el gran problema es que es un espacio público que se ha privatizado.

"Ahora es un centro comercial. En esencia eso es lo que ha disgustado muchísimo a la comunidad", considera.

Intentos fallidos por recuperarlo


En diversos momentos, exrectores de la UNAM y exdirectores de la FFyL han intentado dialogar con los ocupantes del Auditorio para liberarlo, pero han sido esfuerzos en vano.

Hace como nueve años, recuerda García Gutiérrez, se realizó una gran manifestación en el estacionamiento de la Facultad, al que llamaron movimiento de credencialización.

"Todos llevamos nuestra credencial y ellos -los ocupantes- no pudieron mostrar la suya porque muchos no son alumnos", asevera.

Recientemente, y luego que uno de los integrantes del "Che" y presunto narcomenudista, Emilio Esquivel Muñoz "El Yorch", fuera detenido en febrero -hoy, en libertad-, por operar en las inmediaciones de CU, se retomó la petición de recuperar el espacio.

El Rector Enrique Graue ha expresado su postura a favor del diálogo con los grupos ocupantes, para solicitarles la liberación del espacio. Su apuesta es dialogar, antes de solicitar la intervención de otras autoridades.


(Agencia Reforma)

A través

de los años

- 1954 Es inaugurado bajo la idea de que fuera un espacio para actividades académicas y culturales. A partir de ese año y hasta 1968, alberga conciertos de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, ciclos de cine y ceremonias de premiación, entre otros eventos.

- 1960 Simultáneamente a las actividades culturales, es utilizado para asambleas generales de alumnos y profesores. 

- 1968 Adquiere el nombre simbólico de "Che" Guevara, a la vez que el auditorio Alfonso Caso, de la Facultad de Ciencias, recibe el de Ho Chi Minh.

- 1969 El auditorio retoma sus actividades por parte de Difusión Cultural.

- 1997 Tras un movimiento del Colegio de Teatro, que no tenía un lugar para ensayar y montar sus obras, el entonces Rector  José Sarukhán y la entonces directora de la FFyL Juliana González aprueban transformar el auditorio en teatro. 

- 1999 Estalla la huelga estudiantil y se suspenden actividades en Ciudad Universitaria. El auditorio se usa nuevamente como sede de asamblea, ahora del Consejo General de Huelga. 

- 2000 La Policía Federal Preventiva interviene en Ciudad Universitaria pero el Auditorio queda como recinto autónomo.

DEJA TU COMENTARIO
EL MAÑANA RECOMIENDA