Tamaulipas y su folklore musical
Al son de la polka, redoba y picota...
Cd. Victoria, Tam.
Polka, redoba y chotís que se escucha y se disfruta en los límites con Estados Unidos; la Picota que es adoptada como propia en el centro del Estado; y el huapango que se disfruta en el sur, es música que adoptó Tamaulipas como propia y ha trascendido fronteras.
Según la historia, polka, redoba y chotís llegaron a la frontera por el año de 1800 con el auge de la economía que gozaba Tamaulipas con Texas basada en el petróleo, ganadería, agricultura y turismo, aunque derivados de una serie de estilos de origen polaco, escocés y checoslovaco, han sido asimilados por el pueblo que los adoptó como propios y les ha dado mayor movimiento y alegría, vibrando en ellos la personalidad y el carácter bravío y viril que se ve reflejado en el zapateado ágil y fuerte de los bailadores tamaulipecos, así como en la gracia y coquetería de sus mujeres.
Su música se ejecuta con el acordeón, bajo sexto, saxofón y contrabajo, los cuales hacen que resulte inconfundible. La vestimenta del folklore norteño femenino es confeccionada en tela de algodón a cuadros o floreada; blusa y falda incluyen ornato a base de encajes, olanes y pasalistones; y en la cabeza una larga trenza con listones o una mascada en el color del vestido. En el caso de los varones se estila el pantalón vaquero en color oscuro (tergal o mezclilla), camisa vaquera, paliacate o mascada, botín y sombrero norteño de fieltro de color oscuro.
LA PICOTA
En la región central, Sierra de San Carlos y Llanos de San Fernando
La música y baile típico de esta región se conoce como “picota” y tiene su origen en la Villa de San Carlos, enclavada en las serranías, brincos, saltos y vueltas, acompañados de un ritmo característico descendiente de la danza folclórica escocesa, que se dice emigró a México junto con la música popular de la frontera la “polka” que sirvieron de refugio a los grupos indígenas que huían de los colonizadores. La palabra picota significa “palo alto” o “columna”, donde se exponía a la vergüenza pública a los reos al compás marcial del tambor y clarinete. Al paso del tiempo el pueblo adopta esta música, acoplándola a los ritmos alegres y movidos característicos de nuestro Estado. Los instrumentos que se utilizan para la ejecución de este género son el clarinete y la tambora, mismos que bastan para despertar el gusto de los bailadores.
El sur de Tamaulipas es parte de la Huasteca (Náhuatl: Tierra de Guajes). Es una región compuesta de siete Estados en la Sierra Madre Oriental. Tampico, Cd. Mante y Tula, son los puntos claves de la huasteca tamaulipeca; Huapango derivado del flamenco. Mas porque la de la música española se transforma en un falsete lleno de gozo por la vida.
Los bailadores visten sus mejores galas de gamuza decorada, mientras que los músicos improvisan versos y pasajes de violín, “falseteando” una melodía ágil y sutil. Una excelente muestra del mestizaje mexicano.
En la huasteca tamaulipeca, existe una música singular y representativa: el huapango, una variedad del son. Es música para bailar, contar anécdotas, pedir aguinaldos en Navidad, burlarse con humor y lanzar pullas a los enemigos. Es música para bailar sobre una tarima de madera.
Dentro del amplio contenido en huapangos con que cuenta nuestra región huasteca existen sones característicos para trovar en los que destaca la languidez del violín, y el ritmo de la jarana y guitarra quinta, que integrándose a la entonada voz del trovador, despierta la sensibilidad de quien lo escucha.
Por su parte, los trovadores huastecos nos subliman con la belleza de sus trovos y el léxico característico de la región, haciendo gala, en la versificación de cada una de sus décimas, de una maravillosa e inigualable capacidad poética innata. En esta región varían las telas utilizadas para la confección del traje regional: el traje tipo campero es de tela de algodón por ser el utilizado para la zona de la costa; el traje ranchero es una combinación de tela de algodón cómoda para el trabajo pero también lleva una chamarra de cuero, para soportar las inclemencias del tiempo; por último, el traje de gala es confeccionado en cuero y se utiliza para asistir a eventos sociales.