Revira juez a Abbott; seguirá cubrebocas
Estamos en el camino correcto en la lucha contra el coronavirus, pero odiaría ver un aumento en el número de casos si la gente comienza a relajar la precaución, advierte
Edinburg, Tx.
Durante una conferencia de prensa en Lubbock, el mandatario dijo que a partir del miércoles 10 de marzo Texas reabrirá todo al 100 por ciento después de casi un año de varios cierres y restricciones para sofocar la propagación del coronavirus.
Esto significa que cualquier negocio que tenga restricciones por el covid-19, como bares y restaurantes, abrirá sus puertas por completo.
“Cualquiera que quiera trabajar debería poder volver hacerlo”, dijo Abbott. “Es hora de volver a abrir Texas al 100 por ciento”.
Abbott también ha eliminado el mandato estatal de cubrebocas.
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El gobernador afirmó que estos cambios no se deben a que el covid-19 haya desaparecido, sino que los tejanos han aprendido a “dominar” las precauciones contra el coronavirus-19.
“El anuncio de hoy no abandona las prácticas seguras que los texanos han dominado durante el año pasado”, dijo Abbott.
RESPONDE CONDADO HIDALGO
El juez del condado de Hidalgo, Richard F. Cortez, respondió al anuncio del gobernador Greg Abbott de reabrir las empresas de Texas al 100 por ciento y rescindir el mandato del uso de cubrebocas en todo el estado con la siguiente declaración:
“Aprecio el deseo del gobernador Abbott de volver a la normalidad, pero me sigue preocupando que, al menos en el condado de Hidalgo, estemos avanzando demasiado rápido. Hace solo una semana que caímos por debajo del alto umbral de hospitalización, lo que sugiere que estamos en el camino correcto en la lucha contra la propagación de esta enfermedad, pero odiaría ver un aumento en el número de casos si la gente comienza a relajar la precaución, especialmente en lo que se refiere a la eliminación del mandato del cubrebocas”.
PONE FIN A MASCARILLAS
Texas se convirtió el martes en el estado más grande del país que pone fin a la orden de portar mascarillas en público, uniéndose a un creciente grupo de gobernadores y otros dirigentes a lo largo y ancho de Estados Unidos que reducen las restricciones implementadas por la pandemia de coronavirus, a pesar de los exhortos de las autoridades de sanidad para no bajar la guardia todavía.
El estado de la estrella solitaria también suspenderá los límites a la cantidad de comensales que los restaurantes pueden atender bajo techo, dijo el gobernador Greg Abbott, quien hizo el anuncio en un restaurante de Lubbock.
Los gobernadores de Michigan, Mississippi y Luisiana también redujeron las restricciones en bares, restaurantes y otros negocios el martes, tal como lo hizo la alcaldesa de San Francisco.
“Levantar los mandatos a nivel estatal no pone fin a la responsabilidad individual”, señaló Abbott, que habló desde un restaurante lleno donde muchos de los que lo rodeaban no portaban mascarillas. “Sólo que ahora ya no se necesitan las órdenes estatales”.
Un año después de que empezó la crisis, tanto los políticos como los estadounidenses de a pie se han cansado de las restricciones implementadas para frenar la propagación del coronavirus, que ha provocado más de medio millón de muertes en Estados Unidos. Algunos lugares están eliminando las medidas de control, mientras que en otros la gente las está ignorando.
ADVERTENCIA PELIGRO DE OTRA OLEADA
Las principales autoridades de sanidad, incluida la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), han respondido a ese tipo de acciones suplicando que la gente no se exponga a otra oleada letal de infecciones justo cuando la nación está avanzando en la vacunación y la victoria sobre la epidemia se avista en el horizonte.
Los casos registrados en la nación han disminuido más del 70% en los últimos dos meses, luego de haber promediado casi 250.000 infecciones nuevas al día, mientras que el promedio de decesos diarios ha caído un 40% desde mediados de enero.
Pero las dos curvas se han estabilizado abruptamente en los últimos días e incluso han repuntado ligeramente, y las cifras de casos y muertes siguen estando en niveles alarmantemente altos, con un promedio de unos 2.000 decesos y 68.000 infecciones al día. Y las autoridades de sanidad están cada vez más preocupadas sobre las variantes del virus.
“Nos arriesgamos a perder por completo el terreno que tanto nos ha costado ganar”, advirtió la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, el lunes.