OTAN envía fuerzas al este, Irlanda rechaza maniobras rusas
La OTAN ha puesto más fuerzas en alerta y enviará más barcos y cazas a Europa del Este, según anunció el lunes, mientras que Irlanda advirtió que las nuevas maniobras rusas cerca de su costa no eran bien recibidas dadas las tensiones en torno a si Moscú pretende atacar Ucrania
La organización militar que dirige Estados Unidos dijo que reforzaría su presencia “disuasoria” en la zona del Mar Báltico. Dinamarca enviaría una fragata y desplegaría aviones F-16 en Lituania, España enviaría buques militares y podría enviar cazas a Bulgaria, y Francia estaba lista para enviar tropas a Rumanía.
El anuncio se hizo mientras los ministros de Exteriores de la Unión Europea intentaban ofrecer una muestra de resolución y apoyo a Ucrania, y dejar en un segundo plano las divisiones internas sobre la mejor forma de responder a una agresión rusa.
“Estamos mostrando una unidad sin precedentes sobre la situación en Ucrania, con la fuerte coordinación de Estados Unidos”, dijo a periodistas en Bruselas el responsable de política exterior de la UE, Josep Borrell, que presidía la reunión.
Cuando se le preguntó si la UE seguiría el ejemplo estadounidense y ordenaría a las familias del personal de embajadas europeas en Ucrania que se marcharan, Borrell dijo: “No vamos a hacer lo mismo”. Borrell expresó su interés en hablar sobre esa decisión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
Gran Bretaña también anunció el lunes que retiraría a algunos diplomáticos y personal asociado de su embajada en Kiev. La Oficina británica de Exteriores dijo que la medida se había tomado “en respuesta a la creciente amenaza de Rusia”.
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El vocero del Ministerio ucraniano de Exteriores Oleg Nikolenko describió la decisión estadounidense de “paso prematuro” e indicio de “precaución excesiva”. Añadió que Rusia estaba sembrando el pánico entre los ucranianos y extranjeros para desestabilizar a Ucrania.
Alemania sigue de cerca la situación, aunque la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, recalcó que “no debemos contribuir a alterar más la situación. Debemos seguir apoyando al gobierno de Ucrania con mucha claridad y sobre todo mantener la estabilidad del país”.
A su llegada a la cumbre europea, el ministro irlandés de Exteriores, Simon Coveney, dijo que informaría a sus colegas de que Rusia tenía previsto hacer maniobras militares a 240 kilómetros (150 millas) de la costa suroriental irlandesa, en aguas internacionales pero también dentro de la zona económica exclusiva irlandesa.
“Este no es el momento de aumentar la actividad militar y la tensión en el contexto de lo que está ocurriendo con y en Ucrania”, afirmó. “El hecho de que decidan hacerlo en las fronteras occidentales (...) de la UE, cerca de la costa irlandesa, es algo que en nuestra opinión simplemente no sea bien recibido y no deseado ahora mismo, especialmente en las próximas semanas”.
Durante la reunión del lunes, a la que asistiría Blinken de forma virtual, los ministros tenían previsto reiterar la condena europea a la movilización de fuerzas rusas cerca de Ucrania, en la que participan unos 100.000 soldados, tanques, artillería y equipamiento pesado, según dijeron diplomáticos y funcionarios antes del encuentro.
Los titulares de Exteriores invitarían de nuevo al diálogo, en concreto a través del “formato de Normandía” con apoyo europeo, que ayudó a rebajar hostilidades en 2015, al año siguiente de que Putin ordenase la anexión de la Península ucraniana de Crimea. Los combates en el este de Ucrania han dejado más de 14.000 personas y continúan a día de hoy.
Los ministros advertirían que si Putin vuelve a atacar Ucrania, Moscú afrontaría “enormes consecuencias y graves costes”. Esos costes serían de naturaleza financiera y política. La UE insiste en que está dispuesta a imponer duras sanciones a Rusia en cuestión de días tras cualquier ataque.
Durante el fin de semana, algunos de los estados miembros más cercanos a Rusia -Estonia, Letonia y Lituania- confirmaron que tenían previsto enviar a Ucrania misiles antiaéreos y antitanques de fabricación estadounidense, un movimiento con apoyo de Washington.
Sin embargo, hay dudas sobre cuán unida está la UE. Hace tiempo que las diferencias en intereses políticos, empresariales y energéticos dividen al bloque de 27 países en su estrategia ante Moscú. En torno al 40% de las importaciones europeas de gas natural proceden de Rusia, buena parte a través de gasoductos que pasan por Ucrania.
Los precios del gas se han disparado y el responsable de la Agencia Internacional de la Energía ha dicho que el gigante energético ruso Gazprom ya estaba reduciendo sus exportaciones a la UE a finales de 2021 pese a los altos precios. Putin dice que Gazprom no está presionando a Europa, sino que cumple con sus obligaciones contractuales.
Las dos mayores potencias de la UE parecen las más prudentes. El gasoducto Nord Stream 2 de Rusia a Alemania, que ya está terminado pero aún no conduce gas, se ha convertido en un factor en la negociación. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha repetido las peticiones ya rechazadas de que la UE celebre una cumbre con Putin.
Francia y Alemania expresaron sus dudas a finales del año pasado sobre las afirmaciones de los servicios de inteligencia de Estados Unidos de que Moscú podría prepararse para invadir.