Robar ´pa´otros´

Desde que el exgobernador Emilio Martínez Manautou, suegro y abuelo de los dueños de la franquicia política del Partido Verde, fue despojado de su gran fortuna en el vecino país, a donde había corrido a refugiarse luego de dejar la gubernatura de Tamaulipas, se ha convertido en una perniciosa costumbre que los políticos de este lado roben a manos llenas y luego entreguen el dinero robado a instancias de allende.

Hasta fechas recientes, no había forma de negar que la delincuencia organizada estaba dentro del gobierno, de manera muy especial el de Tamaulipas, cuyos más recientes mandatarios están detenidos y enfrentan procesos con fines de extradición a Estados Unidos, donde son reclamados por instancias judiciales que han encontrado evidencias de colusión con grupos ligados a delitos de alto impacto. El asunto es que el dinero obtenido de manera ilícita estaba en México y buena parte en arcas oficiales.

Si robaron al erario público de manera directa o con obras amañadas, y obtuvieron un bonche de recursos por hacerse de la vista gorda en las operaciones de la delincuencia organizada, el enriquecimiento ocurrió en tierras del Anáhuac; entonces, es aquí en donde debe llamárseles a cuentas y aplicar el ´vómito negro´ para la reparación de los daños causados a la comunidad, no enviarlos al exterior para que allá suelten la lana.

El Tratado de Extradición fue firmado entre México y los Estados Unidos durante el régimen de José López Portillo y ha venido adecuándose a las necesidades del momento; pero, sin perder su esencia, que puede resumirse en que: "Deseosos de cooperar más estrechamente en la lucha contra la delincuencia y de prestarse mutuamente, con ese fin, una mayor asistencia en materia de extradición", se establece el compromiso de entregarse mutuamente a las personas que sean declaradas culpables de un delito. La parte requerida tiene que disponer del mismo castigo en sus leyes. Que la sentencia sea mayor a un año. No se concede extradición por delitos de carácter político ni cuando la persona fue absuelta por la parte requerida. Que se aportes pruebas suficientes. No se está obligado a entregar a nacionales cuando la sentencia sea pena de muerte. Se establecen procedimientos precisos para la extradición. En caso de ser varios estados los que busquen la extradición de una persona la parte requerida decide a quien la otorga. Pos sí...

Pero, ha venido a resultar que durante el periodo enero-abril de 2015 México entregó a 14 criminales requeridos por diversas Cortes de Estados Unidos. Un año después, el número de extraditados creció a 29, es decir 107 por ciento más. En lo que va del año, al menos otros seis detenidos acusados de diferentes delitos, han sido enviados a los Estados Unidos, entre los que destaca Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, que se había dilatado al punto que se pensaba que no ocurriría, pero se dio el 19 de enero de 2017.

En correspondencia, sólo se sabe de una entrega de un delincuente mexicano que estaba detenido en el vecino país, el chino naturalizado Zhenli Ye Gon, a quien se le ha aplicado la ley mordaza porque dijo que el entonces secretario del Trabajo del gobierno del becario de ingrata memoria, Javier Lozano, fue quien dejó los millones de dólares en su casa, con los cuales se financiarían disturbios su perdían las elecciones.

A los delincuentes, pertenecientes a las camarillas de gobierno o de malosos, que se extraditan a los Estados Unidos, se les quita el dinero, las propiedades y hasta el modito de andar, para luego dejarlos que sigan su carrera delictiva tan campantes, mientras que México pierde el dinero que fue sustraído, ya sea de los fondos públicos o de las transas con los delincuentes para dejarlos operar a sus anchas a todo lo largo y ancho del territorio tamaulipeco, en el caso de los indiciados Tomás Yárrington Rubalcaba y Eugenio Hernández Flores, a los que se hacía chico el mar para echarse un buche de agua.

Un ejemplo muy claro de los "Deseos de cooperar más estrechamente en la lucha contra la delincuencia", lo dio Suiza, cuando regresó los fondos que depositó allá el hermano de Carlos Salinas, y que Fox le reintegró totalmente. Dice un viejo y conocido refrán que: "Lo que es parejo, no es chipotudo". Si aquí robaron, ¡aquí que se quede el dinero!