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El mundo en alerta por Ómicron; AMLO llama a mitin
El contraste ayer entre lo que pasaba en México y en el resto del mundo, en materia de pandemia de Covid, era abismal: mientras los países de la Unión Europea y Estados Unidos alertaban sobre la presencia de la nueva variante de virus SARS-CoV-2 que apareció en Sudáfrica, cerraban sus fronteras a los vuelos de aquel país y tomaban previsiones sobre la fuerte capacidad de mutación de la nueva cepa bautizada como "Omicron", aquí el presidente López Obrador llamaba a sus simpatizantes y seguidores a asistir masivamente al Zócalo de la Ciudad de México el próximo miércoles 1 de diciembre, para que lo aplaudan y vitoreen por el tercer año de gobierno.
Ayer fue tal el impacto que causó la nueva variante de Covid y su capacidad de mutación, que la Organización Mundial de la Salud convocó a una reunión de emergencia a sus expertos para analizar los riesgos que representa, mientras las bolsas de todo el mundo resentían una caída en sus acciones en un "viernes negro" que sacudió a los mercados.
Se entiende que Europa está inmersa en una cuarta ola de contagios que está llevando de nuevo al cierre de actividades económicas y al confinamiento. Y también que allá los casos de Covid estén de nuevo al alza, con el riesgo de volver a provocar una crisis de hospitalizaciones y muertes en naciones que creían superada la pandemia; pero lo que no se entiende es que en México, donde el porcentaje de vacunación con dos dosis apenas llega a 60%, y los contagios y muertes, si bien disminuyeron, hoy empiezan a repuntar con el inicio de la temporada de frío y la cercanía del invierno, las autoridades estén tan relajadas y despreocupadas que hasta quieren hacer mítines y concentraciones masivas con fines políticos.
"Y el miércoles va a haber un informe en el Zócalo. Aprovecho para de nuevo invitar a todos, a pesar del dolor y de la tristeza por la pandemia, pues tenemos que salir adelante, echarle ganas y vamos a reunirnos en el Zócalo, pues todos los que quieran asistir, si se llena mucho, pues no dejen de llevar su cubreboca, pero es libre", dijo ayer el presidente en su conferencia mañanera desde Guanaujato.
El presidente vuelve a jugar con fuego y a desafiar todas las recomendaciones de las autoridades de la OMS y la OPS que claramente han dicho en que México no está exento de sufrir una cuarta ola de Covid, debido a que su porcentaje de vacunación completa entre su población aún es muy bajo. Pero lo más grave es que el mandatario incurre de nueva cuenta en la misma ligereza e irresponsabilidad con la que siempre manejó la pandemia más grave y la crisis social, económica y de salud que provocó en el país.
En concordancia con las ocurrencias presidenciales, en la Ciudad de México mantuvieron dos semanas más el semáforo verde, para dar paso a la concentración masiva del miércoles en el Zócalo. Con la actitud laxa, irresponsable e indolente de nuestras autoridades, es un hecho que el país se encamina, inevitablemente, hacia una nueva ola de contagios de Covid. Igual que ocurrió desde la primera ola, México y sus autoridades vuelven a apostar por una estrategia totalmente reactiva, que mida su éxito o su fracaso por las camas vacías y disponibles en un hospital público, y no por una actitud de contención, prevención y adopción de medidas de restricción y cierre de actividades en caso de ser necesario. Preparémonos para "Omicron" y sus muchas mutaciones.
Y el que no quiera que lo arrase la "cuarta ola" que se cuide y cuide a los suyos, porque los gobernantes andan ocupados buscando aplausos, aclamaciones y votos.