Editoriales

El mes rosa

  • Por: DIANA LUZ GUTIÉRREZ
  • 26 OCTUBRE 2020
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El mes rosa

Desde hace casi 40 años se ha dedicado el mes de Octubre para concientizar a la población de hacerse estudios para la detección oportuna del cáncer mamario.

La relevancia de reducir el número de víctimas por este padecimiento, radica en que a nivel mundial, el cáncer de mama, es considerado como una de las principales causas de muerte. La intensión de contar con todo un mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, es que la atención de hombres y mujeres aumente en torno al tema, especialmente a que se sepa cómo detectarlo oportunamente, conocer sobre el tratamiento y también para tener presentes cuáles son los cuidados posteriores al tratamiento de dicha enfermedad.

Todo comenzó en Texas, Estados Unidos, cuando se realizó por primera vez la Carrera para la Cura, esto en octubre del año de 1983, y desde entonces, el evento se sigue realizando ahí y en otras partes del mundo, se puede decir, que este fue la primera actividad que salió a las calles a promover la consciencia sobre la detección oportuna del cáncer mamario.

Desde entonces diversas instancias públicas, asociaciones civiles y organizaciones de salud, suman esfuerzos para la realización de campañas de detección oportuna.

Según refiere la Organización Mundial de la Salud, la detección precoz de una tumoración maligna, permite que los casos de éxito en la recuperación sean mayores que los decesos.  

Cada año surgen 1,38 millones de nuevos casos y 458 000 muertes por cáncer de mama (IARC Globocan, 2008). El cáncer de mama es, por mucho el más frecuente en las mujeres, en todos los países del mundo.

Y se llegó el mes de Octubre y ya casi termina, y en México no vimos ninguna campaña, ni trabajo al respecto, di del gobierno ni mucho menos de la no primera dama; por el contrario esta situación en muchos aspectos se ha venido agravando para las pacientes.

Es imposible de entender el porqué de  tanta insensibilidad o incompetencia. Sin embargo  a estas alturas del año las instituciones públicas de Salud no han autorizado ninguna compra de insumos ni para cáncer de mama ni para cáncer de cuello uterino. ¿Con que se está diagnosticando y atendiendo a las mujeres que padecen estos tipos de cáncer?

En todo el 2020 ni el Insabi, ni el ISSSTE ni el IMSS -que cubren a más del 90% de la población- han adquirido una sola prueba para detección de virus de papiloma humano (VPH), causa del cáncer cervicouterino. Hasta hace dos años, la Secretaría de Salud compraba anualmente 1.2 millones de pruebas sin excepción. En este 2020 no se ha adquirido una sola.

Este tipo de compras como las de tamizaje siempre son de lo más básico, y el Centro de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CEGSR) se lo tomaba muy en serio. ¿Qué hace Karla Berdichevsky Feldman, la titular de dicho Centro, si no se preocupa por algo tan fundamental como el tamizaje para la detección de VPH? 

¿Sabía usted que en 2019 México se unió al reto de reducir en un tercio el cáncer cervicouterino como parte de las metas hacia el 2030 acordadas por Latinoamérica ante la OMS?; sin embargo como muchas otras fue una promesa no cumplida.  Y no ha sido por falta de presupuesto porque ahí está etiquetado y aprobado para ejercerse con estos fines; pero la compra de estos insumos no se ha" concretado.

Si así están las cosas en la adquisición de insumos no complejos ni costosos, ¿qué se puede esperar en los tratamientos de quimioterapia para cáncer de mama?

Con la desaparición del Seguro Popular se rompieron los acuerdos con asociaciones civiles sin fines de lucro que daban gran respaldo a la atención del cáncer femenino. Entre enero y febrero, cerca de 9,000 mujeres con cáncer de mama perdieron por lo menos el ritmo en su atención que tenían con dichas organizaciones y tuvieron que irse para ser atendidas al Instituto de Cancerología  u hospitales de alta especialidad, que ya estaban de por sí saturados.

La falta de atención se revela claramente en el reporte del Fondo de Gastos Catastróficos del extinto Seguro Popular: de 2018 a 2019 la caída en número de mujeres atendidas es dramático: en cáncer de mama pasó de 7,400 a 847; en cáncer cervicouterino, de 2,525 a 174; en cáncer de ovario epitelial, de 279 a 2; en cáncer de endometrio, de 92 a 48.

Y si usted cree que eso solo es a nivel nacional le comento que en Tamaulipas con la "humanista" de la Doctora Gloria Molina estamos un tantito peor.

Yo no entiendo por qué se empeñan en imponer a personal insensible e incompetente en programas tan delicados e importantes para las familias, porque estará usted de acuerdo cuando se pierde a la madre, se pierde a la familia entera.

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