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El INE y Jalisco
“Degradación” es el término más utilizado para describir el bodrio dominical que presenciamos. El Instituto Nacional Electoral (INE) representa la resignación ante el retroceso y Jalisco la esperanza de que algunas reformas son posibles.
“Degradación” es el término más utilizado para describir el bodrio dominical que presenciamos. El Instituto Nacional Electoral (INE) representa la resignación ante el retroceso y Jalisco la esperanza de que algunas reformas son posibles.
El domingo hubo ganadores y perdedores pero llama la atención el consenso sobre la pésima calidad de los comicios. Por espacio, me centro en el Estado de México. El PRD, el PAN y MORENA los calificaron como “elección de Estado”. En otras palabras, no hubo “elecciones creíbles” que, según el criterio internacional, son la “piedra angular” de la democracia.
No es la primera vez que los partidos perdedores descalifican los procesos. Desconcierta, por tanto, que no hayan empujado cambios a las leyes. Tampoco entiendo por qué no dedican parte de sus cuantiosos recursos a detallar y demostrar la fenomenología de los fraudes. En 2017 tuvimos una multitud de testimonios individuales, pero faltó un esfuerzo serio por emular a Federico González Garza quien elaboró en 1910 el famoso “Memorial del fraude” o a Alianza Cívica que hizo una radiografía de la elección presidencial de 1994.
El INE y asociados tampoco están interesados en limpiar la mugre. El consejero Benito Nacif defendió como gladiador su salario millonario cuando intentaron rebajarle 10%, pero se hizo pequeñito ante las irregularidades dominicales; las calificó como “algo normal” (opinión vertida el domingo pasado en el programa de Adela Micha y Leonardo Kourchenko en El Financiero Bloomberg). El presidente del INE Lorenzo Córdova también anda con la actitud de mártir en la antesala del patíbulo. Cuando Carlos Loret de Mola le recordó el cochinero respondió con evasivas; el periodista le lanzó entonces una pregunta-afirmación: “¿Es lo que hay?” y Lorenzo con fatalismo y resignación: “Pues sí”.
Esa conducta del INE y asociados sería anormal en países democráticos que sí defienden la limpieza de sus procesos. Pensemos en la documentada intervención cibernética de Rusia en elecciones de otros países. Estados Unidos, Holanda y Francia respondieron de diversas maneras para frenarlas o para castigarlas. Lorenzo Córdova no se defiende ni cuando él es el perjudicado. En la entrevista que le hizo Miguel de la Vega de Reforma se quejó de haber sido linchado en las redes “con gran ayuda de troles y de bots” y con una “estrategia detrás”. Pregunté a fuentes de alto nivel del INE si se había hecho alguna investigación sobre un fenómeno que degrada la calidad electoral y la respuesta fue muy clara: “no hemos mandado hacer nada sobre eso. No está en la agenda”.
La sociedad está inconforme con elecciones sin credibilidad y árbitros sin voluntad. Hay múltiples iniciativas y en Jalisco se hizo el milagro de que un Congreso reaccionara a una petición ciudadana. El primero de junio aprobaron una reforma para reducir la cantidad de dinero público entregado a los partidos. El diputado independiente Pedro Kumamoto lanzó la iniciativa que fue aprobada por 13 diputados del PRI, 13 de Movimiento Ciudadano y 4 del PAN. Se desconocen los motivos por los cuales coincidieron dos enemigos, el gobernador Aristóteles Sandoval y el presidente municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro.
Es una reforma importantísima porque inspira a la ciudadanía de otras entidades. Intentarán frenarla aprovechándose de que contradice una parte de la Constitución Federal: en 2007 los partidos la modificaron para garantizar que sus ingresos públicos se incrementen forzosamente cada año (es el único caso). En otras palabras, la reforma jalisciense tiene olor a Suprema Corte. Se abre otro frente de batalla para quienes deseamos cambios a profundidad.
Termino con tres pronósticos obvios: 1) habrá “elección de Estado” en 2018; la orquestará sin ningún disimulo el gobierno de Enrique Peña Nieto, el PRI y sus aliados; no saben cómo darnos seguridad, pero son maestros en el amaño de elecciones; 2) no hay fuerzas políticas con la capacidad o la voluntad para frenarla, pero desde la sociedad seguirán surgiendo iniciativas y propuestas para limpiar los comicios; y, 3) a medida que vaya apareciendo información sobre el operativo en medios y redes, Córdova y asociados seguirán cantándole a la pureza de los comicios creyendo, erróneamente, que hay alguien que se los toma en serio.
Twitter: @sergioaguayo